COMENTAR! OS
TEATRALES
A propósito de “La Divisa Punzó”, de Pablo Groussac
E str año ha sido definitivo para conceder la razón a los que
creemos que el teatro es un género particular, al margen
de la literatura.
Tres literatos, Larreta, Groussac y el director del suple
mento literario de La Nación, Arturo Cancela, no sólo han
estrenado obras lamentables, sino que han probado en forma
rotunda su absoluta incapacidad para la producción teatral.
Han ido más lejos aún. El primero confirmó el juicio
formado a raíz de La Lámpara de arcilla en cuanto a su
evidente estupidez para desarrollar una trama cualquiera y un
talento extraordinario para hacer decir a los personajes de sus
obras los disparates más inocentes.
El tercero, es decir el señor Cancela, mostró una vez más
su dominio completo de la estrategia literaria que tan hermo
samente desarrollada anteriormente, dió por resultado un pri
mer premio municipal por sus anodinos relatos porteños. Sin
embargo, esta vez no obtuvo igual resultado, a pesar de sus
bombos en La Nación que lo presentaron como al Mesías del
Teatro Nacional.
La pobre cosa que es El Origen del Hombre murió igual
que La Luciérnaga. Servirá de ejemplo, cuando se comparen
las obras y los juicios de los diarios, para mostrar la cobardía
y venalidad de los críticos y la facilidad de ser célebre es
cribiendo tonterías que si algo revelan es la crasa ignorancia