7 1
¿Quien Plagió a Quien?
C on agradable sorpresa he leído INICIAL. Créanme que lamento
mi descuido, pues he privado a INICIAL de un artículo que
hubiera causado sensación ya que trataba en él del extraordinario
movimiento intelectual de Chepes No importa; les prometo paia
el próximo número un estudio sobre la novela realista, que cultivan
con preferencia varios genios en gestación que se honran con mi
amistad.
Como aun no cuento 30 años, me permito enviarles esta colabo
ración. Y llamo colaboración a esto que no parece sino una cai ta par
ticular porque todo lo que sale de mi pluma es para mí, colaboración.
Asi sean los recibos que firmo para cobrar mi sueldo, o el confor
me que estampo a fin de mes en la libreta de D. Juan Machado mi
ilustre amigo y jefe del Carpinchismo, nueva tendencia liteiaiia que
consiste en hacer poner los pelos de punta con sólo dos o ties \eisos.
Ya tendré ocasión de volver sobre esto.
He leído con sumo interés notas teatrales, luve oportunidad
de ver “La Divisa Punzó” como así también otra obra de la épo
ca de la tiranía: “Manuelita Rozas”, cuando estuve en ésa Esta
última en verso, por lo que le asigno una importancia, desde luego,
enormemente mayor que a la primera.
Yo, lo confieso, tengo debilidad por las obras teatrales en vei-
so. Y si se trata de una obra escrita por un poeta* laureado en to
dos los juegos florales de todos los pueblos de la República (menos
en Chepes jeh? aquí estoy yo), mi debilidad aumenta en forma
alarmante hasta hacerme temer la muerte por consunción. \ con es
to dejo trasuntar mi simpatía por la obra poética del Si. Rossi y
también la ecuanimidad de mi espíritu desde que no hago cuestión
de odiosas rivalidades.