Full text: Tomo 2 (002)

LA CIEGA DEL MANZANARES. 1089 
El jefe del presidio hizo sonar la campanilla que 
había sobre la escribanía de su mesa, y al llama. 
miento se presentó López. 
—Ahí va ese penado para que le ingreses en la 
segunda brigada. 
Casimiro hizo una ligera inclinación de cabeza 
ante el jefe, y salió tras el empleado. 
Después de recorrer algunas galerías y de atra- 
vesar un patio, entraron en un vasto salón del piso 
bajo, más sucio y destartalado, si cabe, que la pri- 
mera pieza donde tallaron á Casimiro. 
En el centro veíase una enorme tina llena de 
agua. E 
—Vamos, amiguito—le dijo López,—que buen 
baño nos vamos á dar ahora, | 
Casimiro no respor 1ió, pero miró la tina con 
ojos espantados. | i 
—¿No oyes? —le díjo López con enfado. —¿Qué 
haces que no te has desnudado? 
En aquel momento entró el encargado de aquel 
departamento con un envoltorio debajo del brazo, 
y una tijera, un peine y un estuche de navajas en 
la mano. | e 
-—Vamos, hombre—dijo, al ver entrar á aquel 
hombre, López.—¿Qué haces que no te desnudas? 
Casimiro se hizo cargo de su situación, y. aho- 
gando su dolor inmenso se despojó de sus ropas y a 
se metió en la tina. 
TOMO Il, % A 
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.