716. EL TRIBUNAL
Como si se hubiera evaporado, el rondador habia
desaparecido. ¡
Esto fué un motivo más para que se creyese que
su presencia en aquellos sitios tenia relacion con la
- seguridad de algun preso.
El suceso era demasiado grave, y por consiguien-
te, se dió parte de todo al goberuador.
Desde aquella noche se adoptaron precauciones
extrardinarias deútro y fuera del edificio, y el alfé-
rez deploró no poder dormir con un ojo mientras ve-
laba con el otro. |
—Descuidad, —le dijo ei amante de Clara, —todo
-es principiar. | ¡da SA
—No os comprendo.
—Una vez que he comenzada, seguiré.
Pt A |
—Quiero decir, que esta noche que no me toca de
servicio, os haré compañía, y mientras vos dormís,
yo estaré despierto. y
—Os aburrireis..
—No me aburro de servirá un amigo. ¿No haríais
vos otro tanto por mí?
.. —Seguro podeis estar de ello.
-—Pues bien, aquí me tendreis á la hora de cenar.
—Buena idea.
—Despues que hayamos satisfecho el apetito, ju-
garemos y luego dormireis hasta el amanecer.
—Sois mi verdadero amigo.