EL/TRIBUNAL
tono alegre y como-si se tratara de únu cosa muy
sencilla, dijo: y
—Regocijaos, que vengo á traeros muy buenas
noticias, y además de las noticias; :á una-persona á
quien profesais mucho cariño.
Nicasia miró. á Raul sin poder conocerlo, y lue-
go respondió: ]
—Adivino qué clase de:muevas me: traeis.
—De Flandes...
—¡AlMaísa 5
—No solamente no peligra ya la vida de Martin,
sino que está completamente bueno.
:—¡Dios. miol—exclamó. la anciana, elevando al
cielo una mirada de inmensa gratitud.
- —Sentaos y escuchadme, porque aún no he con-
cluido. |
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—¿Habeis recibido alguna carta?—preguntó afa-
nosamente la madre de Martin.
—Una visita. :
—Explicaos, caballero, explicaoz y satisfaced mi
afan... y
—Me parece; —interrumpió. Santisteban con el
mismo tono de chanza que antes, —me parece que
sois un poco egoista, puesto que nome preguntais
por nuestro amigo Raul.
—Bien. sabeis, caballero...
—Dejadme concluir.
—Ya os escucho ,—dijo Nicasia volviendo 4. mi