LA BANDERA ROJA
| En vano fué: que Ja joven pretendiera resistir, creyen
A de que aun cuando llegasen los piratas, si con ellos iban
| Sus jefes, serían respetadas. de
Pero Vargas y Lorenzo se: mostraron inexorables.
ga - Empezaban á llegar grupos de soldados de infantería.
- que cruzaban el poblado siguiendo el camino hasta otra
población del interior, si bien se perdian por aquellos bos-
mae tratando de evitar la persecución de que eran objeto. )
Esto obligó á acelerar la marcha. id
Vds - Poco después las tres jóvenes, Lorenzo y Vargas, esta-
an en la chalupa, cin A patrón dió las erica necesarias
ara zarpar. 0
- Entretanto, el cañoneo por la parte del mar era mucho a
¡ás violento. Es
De pronto percibióse una gran explosión, distinguión- a
e á lo lejos un gran resplandor. A
—;¡Dios mío, qué es eso! —exolamaron las tres mujeres E
eras de espanto. e ADA ] |
El cañoneo se percibía. más cerca. a
—¡Zarpa, patrón! —dijo Vargas al de la ahalupa
rumbo que has de llevar es distinto de eso por donde e ce
percibe el combate. pe
- —Sí, señor; pero las alas. dama á todas. partes, — an
so el patrón que de mu mala gana, estaba na anda, A
¡obra para zarf de bea e
En aquel instante | 'gritería. extraordinaria: : se per- pao
y tierra Io de EIN e Ao
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