A LA BANDERA ROJA
Don Gaspar no fué dueño de dominar un movimiento
de despecho. nó | | |
—De todas maneras,—dijo,—tengo algunas instruc-
ciones particulares de que debo dar cuenta á D.* María,
y después que haya hablado con ella, según lo que resuel-
va esa señora, que supongo desde luego que no ha de ser .
lo más acertado, resolveré lo que juzgue más oportuno en
virtud de las órdenes del señor virrey.
-—De modo,—dijo Lorenzo,—que en virtud de lo que
decís, nosotros quedamos exentos de responsabilidad algu:
na con relación á la hija del príncipe. | |
-———No, por cierto;—repuso vivamente D. Gaspar.
Y sacando del bosillo de su gabán un pliego, continuó:
-— —Aquí tengo. la autorización del señor virrey, que eon
toda intención le exigí que me diera, y por ella podréis
- convenceros de que en nada rebaja las responsabilidades
vuestras ni menoscaba la confianza que en vosotros tiene |
- depositada. j
Y desplegó el papel, que entregó á Vargas, añadiendo:
-———Tened la bondad de leer, D. Francisco. Lo
Este cogió el papel y leyó lo siguiente:
«En virtud del presente, queda autorizado mi secreta.
rio, D. Gaspar de la Cruz, para tomar cuantas medidas
crea convenientes para mi mejor servicio, con arreglo á >
- las instrucciones reservadas que le he dado.
.
»Cuanto disponga, será obedecido por aquellos que ñ da
lean el presente, sin hacer objeción alguna. me
y E ALE El príncipe de Esquilache.>
Lo que quiere decir que os hemos de obedecer en
todo, —dijo Vargas, devolviendo el papel al secretario.
-- —Pero tratándose exclusivamente de lo que pueda ser
en el mejur servicio de Su Excelencia. . E
-——De todas maneras, os hemos de obedecer. |
- ——Como obedeceríais á lo que, personalmente, 0s pu
diera ordenar el virrey. | SO
- —Y decís que... O OO ca E
Que cuando yo haya hablado con D.* María, según
la contestación que me dé, os participaré lo que en virtud
de esas instrucciones secretas, que el virrey me ha dado,
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