La suposición del indio era exacta. SAGISS .
Atacado el marco por los cuchillos de los piratas fué >
saltando en pedazos; la humedad le hal a ido pudriendo
y pronto podrían arrancar la puerta, l trozo de mar-
co que quedara intacto. dr
Los esfuerzos de aquellos hombres, que no tenian otra
esperanza de salvación más que aquélla, cobraron may
violencia y no tardaron mucho en verse coronados con
mejor éxito. | a | | A
El hueco que dejó libre la puerta era suficiente para
el paso de un hembre. di 0 ada
La oscuridad era mayor en el espacio que dejó libre.
Arrastrándose para evitar alguna caida peligrosa toda |
“te, exclamó con voz apenas perceptible:
—¡Una escalera! e Ñ Ela 100
—Que conducirá á la muralla, —añadió Juan...
—¡Arriba!—dijo el Malagueño. | td] a
decir Bernardo.—La esca-
vez que desconocían el terreno, Bernardo, que iba delan.
- —¡Quietos!—se apresuró á
lera sigue bajando. A aa AER PIN
- —Entonces conduce á la puerta de salida, —añadió el ,
indio. i y o PS E
—Malagueño,—dijo Bernardo.—Baja tú con dos de los
nuestros y forzad esa puerta. Nosotros entretanto ¡arriba!
»
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