Full text: Un rapto misterioso (012)

  
Ó LOS TITANES DEL MAR do fed 
vivienda donde, sin embargo, no faltaba nada de lo más 
indispensable para la vida, ya representaba mucho tiem- 
po y gran derroche de inteligencia. al AN 
« Construída aquella vivienda de: madera, de la misma 
manera que todo el mobiliario que había en ella, demos- 
traba un buen gusto extraordinario en personas que, 
transportadas allí diez y ocho años antes siendo las dos 
Criaturas de cuatro y dos años, no habían podido' tener 
noción alguna de arte. Ro O a 
Los niños habían aprendido no teniendo más profeso- 
. res que su madre y aquel pobre indio inteligente y bueno, 
pero nada más. o AO 
Y, sin embargo, allí había objetos que no pudieron 
menos de Mara atención de los dos amigos... 
Rosario sabía por Juan, que debía la vida á Cesar, 
que se había consagrado á su servicio y que disfrutaba de 
su confianza. + de 
Le había elogiado su generosidad y su valor, y tenía 
. Noticias la dama de aquellas expediciones á Limayá 
Porto:Bsllo 4 que había asistido. 0 0 
Juan le había dicho que pensaba trasladarlas á Arica, De 
- y que Angel sería uno de los oficiales á quienes más esti. 
. maría Cesar y sus compañeros, que sabían apreciar per- 
_ Tectamente la educación, el nacimiento y el valor. + 
-. Como que el indio estaba muy al corriénte de los pro-. 
pósitos de engrandecimiento de aquella colonia, que tenía 
Cesar, esperaba que esto sucediese para hacer el traslado 
de la familia de quien había sido protector por espacio de 
Por más que Cesar y Miguel se esforzaban en tranqui- 
lizar á Rosario respecto á la desaparición de su hijo, no 
dejaban de comprender que era muy extraña, y temían 
que hubiera podido ser víctima de algún accidente. 
Pasaron en la isleta todo aquel día, recorriéndola en 
todas direcciones y admirando aquellos árboles gigantes- 
cos, entre los cuales había gran número de frutales. . 
- —EFsiguiente día, con la seguridad de que nadie pene» 
traría en aquel asilo misterioso, llevándose consigo lo más 
. 
- Indispensable, dejaron cerrada la casa y fijaron en la 
Eo puerta un papel por si iba el jo ven, diciendo dónde estaba 
o a O 
 
	        
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