Full text: Un rapto misterioso (012)

e LA BANDERA ROJA 
llosamente el portugués, mirando con altanería al joven. 
Pero éste, sin desconcertarse, le dijo con la mayor 
calma: a 4 
—Pues me parece que los árboles del bosque no se 
adornarán con esos racimos que pretendéis darle. a 
—¿Por qué decís eso, mancebo? Vos ignoráis, sin duda, 
que yO... : : | 
-—Vos,—dijo Bernardo,—no haréis más ni menos que 
lo que haríamos cualquiera de nosotros si los pudiéramos 
GOger. | oa 
—¿Por qué no los cogéis? pe iO: A 
-  —¿Por qué no los cogéis vos, que más cerca los tenéis 
- que nosotros? E A A o 
- —Obligación es de los que tienen á su cargo la admi- 
nistración de la colonia. ! apa AOS | 
A —Obligación es de todos, los que se precian de honra. 
- dos y valientes, de exterminar á los bribones donde quioe- 
TOR Que SAD A, e re | 
cl La discusión había tomado proporciones, tal vez, des- 
RNA eo: á no intervenir Gurrea consiguiendo cam- 
E. MAXKIA:.... E APO TA de de A : 
ESE 
- OTRA TENTATIVA 
Cuando Cesar se enteró de lo que había pasado, supuso 
a. ce tal vez los que habían intentado aquel secuestro de 
- Dolores, podrían pertenecer á la misma partida de la 
que formaba parte ó era jefe, el secretario del virrey, 
según pudieron suponer por lo que el colono, á quien 
-_interrogaron, había dicho. rd lA 
e . . 
En su consecuencia, inmediatamente. dispuso una 
batida por todo el bosque, que dió comienzo el siguiente. 
día, pero que no dió resultado alguno. Loi Bs LA ds. 
 
	        
© 2007 - | IAI SPK

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.