O LOS TITANES DEL MAR Es
dos ancianos. e xi |
—Mil pesos por la vida de cada uno,—gritó Marcelino
á los bandidos. 10466 boi Std Y
—Muy baratos nos vendes, ¡tunante!—le dijo Leonar-.
do gue le pudo oir... O uN 6]
- Y al primer bandido que se le acercó le partió la ca-
- beza con la culata del fusil. | ; /
Y Pero Basilio había sido alcanzado en un brazo. por el
'Ñ opa de otro y Leonardo estaba rodeado por otros
| tres. | die LAO E
Felizmente en aquel instante, llegaban á la carrera
Mercedes, Añgel y sus hombres. abs.
Semejante auxilio no pudo ser más oportuno. IAE
_ Angel, con la agilidad que tenía y con los anteceden-
tes que se.le habían dado del ayuda. de cámara, cuando
- éste trataba de escapar, cayó sobre él y le sujetó hasta
- Que sus hombres le ataron... EA A. * |
Uno solo. de los bandidos pudieron coger porque los
combate con todas las probabilidades en contra, para los.
demás escaparon. A AN O
- Ísidra fué encontrada llorando sobre los cadáveres de
sus hijos y los tres prisioneros fueron colocados entre los.
Marineros de Angel, regresando todos á la hacienda .
donde llegaron en el memento que vimos en el cuaderno.
ADIOTION 1 a due artti a DE Aa
- TODOS EN LA HACIENDA DEL CHORRITO.
_. SI sorpresa é inquietud había producido en Panamá la
- desaparición de aquellos dos barcos, y las suposiciones —
_ que respecto á semejante hecho se hicieron, no menos
- asombro causó la noticia de lo ocurrido en la famosa ha-
ciendo dal lr ad la
Ya, en la ciudad, se sabía que D. Mariano Mendoza,
no reparaba en los medios para conseguir el fin que se
- proponía, das sus grandes operaciones, tenían general.
mente un fondo bastante oscuro, pero como las autori:
dades le amparaban, pues con su astucia y su habilidad
sabía ponerlos de su parte, se le respetaba y se le atendía,
porque se le temía más que se lé estimaba.