LIBRO PRIMERO
£L SUPLICIO DEL AMOR:
CAPÍTULO PRIMERO
Jorge España
un tiro de fusil de Adra, pueblo de la provincia de
Almería, existe una pequeña ensenada, albergue
de contrabandistas en todo tiempo, y punto el más solita-
rio de aquella parte de costa.
Los carabineros la vigilan asiduamente, la guardia
civil une sus valiosos servicios á los de aquéllos; mas, á
pesar de todo, los muchos marineros que en aquella costa
se dedican al contrabando, hallan, de vez en vez, ocasión
de desembarcar sus mercancías.
Á tal paraje, y á las diez de una noche de estío, tran-
-quila y apacible como aquel mar que extendía sus franjas -
de espuma sobre la fina arena, arribó blanco bote, perte-
neciente á un barco mercante, á juzgar por su forma y
la gente que lo tripulaba. | a |
La ligera embarcación atracó entre unas rocas de la