Full text: La torre de Nesle

2 de A A AS 
conetm de > EL LIBERAL 
  
En aquel iento, a tiempo que ter- 
el festín, entró el] carcelero. 
A Debeinos decir aquí que Felive d'Aul- 
si e y su hermano tenían siempre los ar- 
ifaces puestos, hasta de noche,” pór te- 
  
Fine nor 'a qué entrase alguien mientras dor- 
- AnÁan. | 
El carcelero (aunque al hom que les 
ño le cuadrara ese título) dejó z0- 
bre la mesa un frasco que parecía conte 
rr pura. 
E «¿Qué es €sol—preguntó £vidamente 
ria: licor destinado' solamente a unó 
¿a vesatros-<contestó el interpelado. 
¿Y a quién, trueños y rayos? 
«A aquel de vosotros tres que no lleva 
antifaz. 
— Entonces, a míl=dijo Buridán, que 
41 00gÍÓ. €l Íraseo y lo examinó con cutiosi: 
dae ciX quién me envía tan generosa- 
' mente este licor ?-—añadió, 
Pero ya el esbirro había desaparece: do: 
iridán olió el licor y halló que no: tenía 
or ninguno, Lo miró al traslúz; y vió 
Que. no tenía color.- 
iró a sus dos amigos. 
¿Un licor? ¿Para mí solo? ¿Qué que- 
E decir esto? 
l—exelamó (aller ++. Te lo en- 
viará alguna dama que te quiere bien, y 
habrá sabido que estás. preso. 
-— Botidán vertió en su vaso el contenido 
¿del frasco. 
En edo eñso-—dijo—vo y á beber, y a 
Yo sofá; a la salud de la dáma des- 
“eoñocida... ¿Quién sabe, por lo demás, si 
ho será esto algún hechizo? 
0 uh malefició! — añadió, ¡Gualter, 
- Venzándo uña carcajada. 
«ci No babas, O jo gravemen- 
e Felipe. : ¿dh 
ej Y por qué?, ds 
00! aj PORQUE Es venenó!.. 
Buridán se estremeció. Pero, rehación- 
dese inmediatamente, replicó: 
0 Bah! ¿Por qué ha de ser veneno? y 
blade veneno, ¿por qué habían de que- 
Feb enveneñarme a mí sólo? ¿No prócura- 
Fan, $ el contrario, tarios a los tres 
Ñ 
ci] 
"deben terminar en un proceso, el cua 
do uña caréajada nerviosa, 
     
   
   
  
     
   
   
     
    
    
    
   
   
   
    
   
   
    
   
  
   
    
  
   
   
pl mismo tiempo? Y además, gi re? 
te Huisieran matarme o matamos 
16 podrían hacer fácilmente mientras 
mimos? El trato que nos dan, las. 
pis de que nos hacen objéto, esta” 
a bien servida, estas excelentes ce 
ob demuéstra , por el reomentó 
Ut si hacernos MingÚn daño. 
tiEAo, para envenénarme, era más 
do ño despertár mis sospechas tray 
me un licor para mí solo. ¡Bebo! ¡BeW 
la salud de la dama destonocida que 
hace esta merced, aunque esta dama 2 
Ibá a decir: Margarita de Borgoli: 
Pero su. mirada tropezó con la de 
be, y calló. En el mismo instante Ue 
el vaso alos labios y lo vació de un 11% 
ai A qué sabe?-—preguntó Gualte 
—;¡Por mi vida !-—exclamó Buridán, “ 
taneteando la lengua-—. ¡Es excelente: 
—¡Y ñi siquiera has dejado uña £* 
—¡ Es excelente laorepitió Buridán— 
agiúz pura: 
¿Sin ningún 
lipe. 
—¡Ay! Consoláos, amigos míos, y 
demos este incidente ridículo; Sospel 
que ese if8olente esbirro se ha but 
de mí. Me quejaré a los jueces, Cua 
se instruya nuestro proceso, 
—¡Ah! ¡Síl—<suspiró Gualter—. N 
tro proceso, eg verdad; ¡por todos 103 
monios! Siempre me olvido de que € 
fastuosas francachelag con aye n08+* 
En aquel momento entró silenciosa 
te el sayón y retogió el frásco qué B 
dén vatiara, llevándoselo sin' decir P 
bre. 
Luego sg cerró la puerta. 
Los trég amigos se estrerneci jeron.. 
lípe palideció. 
—¿Decías?.. 
ridán. 
 ———Decía—continuó Gualter, a quie 
le trababa la lengua—que esos flestil* 
QUE 
sabo?? preguntó 
interrogó frízmente 
su vez, terminará.. 
Loi EA la horca —dijo Buridán, 1 
Felipe d'Aulnay pensaba:
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.