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4 LA MÁSCARA ROJA
Soult, se convenció al fin de su derrota y ordenó la retiradw, quese:
llevó á cabo con un desorden espantoso, y al recorrer las filas: de su
ejército, vió dolorosamente asombrado que había perdido los- más dis-
tinguidos jefes y ea: quedando en el campo de: batalla, ocho- mil
hombres.
Se acordaba de las lanas que habían escuchado sus oídos en: el
fragor del combate y tirándose de los cabellos, maldecía de Nawarro y
los ingleses. di
El mariscal se dstia? que sin estos últimos, los guerrilleros y su-osado
jefe hubieran sido pasados á cuchillo, pero esta reflexión era: rechazada
por su ayudante de campo, el cual le objetaba que precisamente: aquellos
hombres habían sido los que mayores destrozos les- habían causado
Durante el sangriento combate, Ricardo Navarro. se halló en. todas
partes. :
Se hubiera dicho que surgía de ea de entre las entrañas-de | la
tierra, para volverse rai io en ella, al imperio: desu. voluntad que
rada tenía de humana.
Los franceses emprendieron la marcha “en (dirección defGoizueta,
donde pensaba el mariscal hacer alto para que sus soldados repararan
sus perdidas fuerzas y poder auxiliar la pinza de Irún y correr-4:la de
San Sebastián.
En el curso de nuestra narración, veremos si eran acentados los»vati-
“sinios que Ricardo Navarro había hecho al satélite-de Napoleón. ,