ARROYO
A cc pira
LOS ANGELES DEL 84]
Pero Octavio, por el pronto, había resuelto el rroble-
¡Ma principal de la vida: comer y tener un techo bajo el
Mal guarecerse.
a
Y
Comía en un fígón y habitaba en el piso sexto de la
Casa de la calle de Valverde
ME Tenía por mobiliario una cama de hierro muy ancha
ME las llamadas entre catre y cama, donde podían dormir
59S estrechamente, con su colchón, un jergón, manta y
E 0OS Sábanas.
Cuando éstas se lavaban, dormía en calzoncillos bajo
A a Manta,
1 La cama, una silla de madera blanca como la mesa, y
Que Strvía de mesi! o el ajuar de la al-
la puerta de cristales, a
195 que Octavio pego con engrudo dos tiras de papel de
> forrar paredes,
En la sala, 'a la cual s
Pestilo donde estal
la de noche, era tod
- COba, uno de los cuartitos
"ma
> entraba directamente d sde el
an las puertas de las tres buhardillas al
l a
Mal de la escalera veíase una 1 pintada de
por un- hule
iestta de pin
Vgro al barniz, y con el tablero cubierto
Negro.
4 Detrás de la mesa, colocada al lado de la ventana
prada en plena luz del cielo, había un sillón de paja de
205, semejante a los de las barberías de los barrios
5 10s pueblos.
y
9S si.las más, un estantillo con libros y papeles y
Id uasiroS, uno el retrato de Victor Hugo, grabado en
: “4, y otro de Emilio C:stelar, los dos dioses, literario
Político, de Ovtavio, constituían el mobiliario de la sala.
EM la cocina, sobre la hornilla apagada siempre, había
lomo 11
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