Full text: Tomo 1 (1)

  
  
22 LAS BUENAS MADRES 
  
—Ha cumplido su promesa. 
28 torciendo á la izquierda, dirigióse hacia una casu- 
cha próxima á las orillas del Manzanares. | 
Junto á los paredones de aquel caserón deshabitado 
y medio derruído, veíase brillar una luz opaca: 
Era uno de los faroles de un carruaje, que segura— 
mente hubiese llamado la atención á ser menos cruel la 
noche y pasar por allí transeunte alguno. 
El frío era intenso. 
El Guadarrama seguía cnviando : á Madrid sus hálitos 
mortíferos. | 
-Silvio Garcés dirigióse sin vacilar hacia el vehículo, 
cuyo encendido farol estaba envuelto en una gasa negra, 
bien como señal convenida ó ya para amortiguar los des- 
telios de la luz. 
Un hombre envuelto en grueso capote, con la capu- 
cha echada sobre la cabeza, enguantadas las manos y 
rolladas las piernas en una manta, ocupaba el pescante. 
_ La densa obscuridad que reinaba en aquellos lugares 
no permitía verle el rostro. | 
Sia embargo, muy avezado debía de estar aquel hom- 
bre á ver entre las sombras, pues distinguió al punto á 
Silvio, é inclinándose hacia uno de los costados del coche, 
dirigió algunas palabras por la ventanilla 4 quien ocu—= 
paba el vehículo... : | 
La portezuela se abrió á tiempo que el doctor Garcés 
llegaba al estribo. ) 
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.