492 LAS BUENAS MADRES
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Genoveva era muy pobre, y encontrábase com0
rebajada al tener que admitir de su novio hasta el ajual
de boda, que no podía costear con arreglo á la posición
de Silvio. | |
En los breves momentos en que podían hablar pri-
vadamente, ó en cartas que entre ellos se cruzaban, ést0
era el tema principal de sus conversaciones.
La tenacidad de Genoveva desesperaba á Garcés, qué
no podía vencer aquella voluntad de hierro.
Doña Clotilde había comprendido que entre su hi?
Genoveva y Garcés, existía algo más que una simple
amistad. | |
Pero juzgaba al joven de tan superior posición, que
nunca creyó delicado dar á entender que conocía aque”
llas relaciones ni abordó jamás cuestión semejante ( con
Genoveva. | o
Sabía que ésta le amaba, porque á una madre no Sé
le ocultan fácilmente los más secretos sentimientos de SU
hija, y comprendía que ya no podría ser feliz sin SU
unión con Silvio. y
La ruina de éste, que, como hemos visto, supo po
las noticias que de la quiebra dió la prensa, la hizo com0
á Genoveva, cobrar esperanzas.
-— Nivelados por la desgracia, ya no habría dificultad
en darse por entendida de aquellas relaciones, cuyo des”
enlace ansiaba, por creer que en él consistía la felicidad
de Genoveva.