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—Hija mía, yo tengo ya mi marido; adentas, SOY tina mu-
fer de humiide condición y pobre.
—Más humilde y más pobre es Leonor y, sin embargo, es-
toy temiendo que me lo engañe con sus coqueterías.
—¿Se ven con frecuencia?
—Casi todos los días... Larece que le ha sorbido el seso
por completo. : :
—No lo creo; son aprensiones tuyas, abia: e E
—No, 10; te: digo. que se ha enamorado de ella, que siempre
me está regañando porque no le hago buen papel...
"Mira, el otro día le dije: E
"Papá, tú harás lo que quier as; pero el día en que esa
mujer entre por esa puerta, yo me escaparé de casa.
”¡Si vieras cómo se puso!” |
deis pu mía, ¿por qué tienes tanta rabia a mi prima?
—Si no lo sé. Es una cosa que no me la puedo explicar;
pero la odio, me parece que ha de ser muy mala.
”No se lo digas a papá, pues se inconiodaría conmigo j
bastantes disgustos hemos tenido ya por este asunto.
”La otra noche soñé con Pue
¿Con Leonor? ES
¿—Si... La vi durmiendo con mí pátires: De pronto se levan-
taba, cogía un puñal y AREGS a dar. le de puñaladas en el
corazón.
¡Qué horror, hija mía!
—¿0h, ya verás, ya verás! Me desperté Sobresaltada; pero
al cabo de un rato me volvi a dormir, y entonces la vi en tu
antigua casa con un hacha en la mano matando a otro-hom-
bre... Entonces yo fui y me lancé sobre ella y quiso matarme
a mí también; pero en esto llegó mi papá. y ella le dijo que
eras tú quien había matado al hombre con un hacha. -
—Hija mía, ¡qué sueños más malos tienes!... No.debes hacer
Crimen y castigo. . E Ol,
Ñ