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todo lo cambia, y el muerto desaparece y su recuerdo se
borra pronto...
: »Sólo el amor que tú me inspiras no morirá jamás. Yo soy
de las que Eo Parma, y los afectos se:petrifican en mi cora-
zón de roca.”
Esto pensaba, mientras tingía arrepentirse de su vena de
locura.
Guardaron silencio.
La celda iba quedando cada vez más obscura, como 'si
se aproximase la noche rápidamente en mitad del día. ;
Porla alta ventana enrejada se veía un trozo de cielo plo-
mizo y penetraba ese olor peculiar de la tempestad.
- —¡Qué obscuridad! Parece que se aproxime el fin del
mundo—dijo Leonor—. En mi vida he visto un nublado tan
espeso. j ' :
- —Algo terrible va a ocurrir—añadió César—. No recuer-
-do haber visto una obscuridad tan grande en pleno día.
Estalló el primer relámpago, seguido de un horrísono
trueno que retumbó en el espacio, seco como un estallido del
cielo. | :
Inmediatamente se oyó como el ruido de una catarata, y
por la escasa luz que penetraba por la ventana velase una
cortina de lluvia.
Fuera, en la parte moderna del edificio, toda la servidum-
bre se agitó amedrantada con ese terror que e, ¿PS lasáem-
pestades en la gente del campo.
Los rayos se Saeaaa cayendo reel a poca distancia. de
la finca,