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-318 e JUAN DARIO
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cas fuerzas, para sacarlas de la Hodoesa y salir adela
Con el frío-que imperaba, Panalito estaba encendida, do e
te de un calor molesto. ' a
Pero «nó-desmayaba. Poco a poco ds rad a
cuerpo inerte de Chiribita; a cada palmo que avanzaba, ze -
nalito lanzaba un suspiro. de alivio, de satistacción. 000
Herido el perro, exangie y sin conocimiento Chiribita» :
e no eran sólo estos poderosos sucesos los que hacían estre” Í
o « mecer su ánimo esforzado, e 6
de : Pensaba en el lobo muerto. Creía que a] 'olor de í carne
ed muerta vendrían otros lobos, que tal vez impidiesen que lle-
a. + gara Panalito a la cueva con sus buenos amigos heridos: :
: -Y aun pensaba algo peor: temía que otros” lobos, aproz ]
tado su ausencia, hubiesen penetrado en la cueva y tu
¡E — bieran hecho festín sangriento con la tierna” criaturita: que p
Mo. 0 em uns miemento de angustia dejara abandonada.
ce - Estos temores, no exentos de lógica, debilitaban SUS.
E fuerzas, hasta el extremo de que antes de llegar a la entrada
de la resquebrajadura: tuvo que sentarse en el cos vencio
d da por el cansancio.
e - Y entonces lloró. : E :
A Lloró lágrimas de dolor- y eme de a lloró: 4
por las heridas de sus buenos amigos; lloró por la suerte:
que. pudiera correr su hijito, lloró .por verse e ye débil...
¡Ay, si ella fuera hombre! :
o Pero no era sino una débil mujercita incipiente, una A
a o O : a
Ms el perro, 41 oír ed Pahálito. Hotaha se - acercó. a ella
y le lamió el rostro y las amargas lágrimas. Panalito. se z
= abrazó al cuello del animal, y, pao: su cabecita a la den
“perro exclamó entre sollozos: ; A
Ay, “Fidel”, uE: se nos morirá nuestro buen -Charibit :
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