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Bo calme e OR
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u creto me ocultas, madre
mía? ¡Tú me callas algo terrible! .. ¡Oh! ¡Y estas rejas me
- Séparan de ti, madre del alma!... ¿Te amenaza algún pe-
ligro? - + daño
SL o
0 no!... ¡Habla!...
s
Zón. Debo irme e venido...
—¡Oh! ¡Madre, no te vayas sin hablar!
+ de impotencia. de '
. Alargaba las manos para retener a Su madre, para soste-
aerla, para impedir que huyese sin confesar su secreto...
Pero, ¿qué podía.hac: er, si erdun preso? S
Una fuerte tela metálica se interponía entre los dos:
La mano que iba/a sujetar a su madre tropezába contra
Aquel lla reja; no podía pasar de allí... .. pio
- Al otro ládo del enrejado estaba su. madre; había un se-
creto. Tal yez se cernía s sobre las canas y el corazón amante
AS - de su madre una amenaza cruel... > e
48 + ¡Y una reja los separaba! eE. E cel
-—¡Adiós, hijo.mio! E LO
:=¡No, madre mia!... ¡Escúchame!../ ¡Ten piedad' de: tu
hijo! de OS a
-—No puedo hablar |
—Mira que mis días serán terribles en ésta cárcel sospe-
Chando que algo te ocurre yssin“podet salir en tu defensa...
haces!
—i¡Adiós, hijo del alma! :
—iMadre, óyeme!.. -
SENDA DE REDENCION ¿37
do. Respónideme, madre mía: POr a qu ó te hundo en' vel barro?
—i¡No, no!.. den Es hora de marcharme. . Tenías ra-
Y Mario exclamaba estas pa alabras encendido de dolor y
EN e
y abla, madre mía; cuéntamelo todo. ¡Me matas si no lo