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- si YO aqui a contara USCOTÍA,
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señor Ivi isamente para evilal ese desatio.
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-—-No- lo comprendo. Este desatio puede ser Deneticioso
iga en el campo. dej honor
para usted... en el Caso ae que Ce
su tirano Sergio Korolín.
Y Mendoza añadió con: aplomo:
¡T l vuridad de tumbarle!
El principe pu con la cabeza:
¿Cree usted que no le tumbaré? No me conoce, mane-
jando las armas, querido principe. Y si el duelo. es. 3 pis»
tola, como lo será, por. las: manifestaciones que: acaban de
hacer los:padrinos de su tirano, saldré ganando.
icjpe, con voz sorda, murmuró:
—"NO;€S es0.
El pri
dae de
——¿Qué, ] pues?
-(Que yo necesito que ese hombre no muera.
——¿Le he oido bien?
pe
ad da
¿Que usted necesita que ese hombre no muera?
mm" 150 .€S.
—¿No le odía usted a muerte?
— Dl,
-—¿No quisiéra usted vengar sus afrentosas palizas, su
esclavitad?'
PS Pont dió con firmeza el principe Sergio, mientras
sus pupilas brillaban con intenso fuego.
¡Madre! - Folletín, 631
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