| MALDITA a oo a
vara del terrible trance! Se j juga aba el prestigio, la ca-
rrera, la libertad p personal, inclusive...
ón su afán de re le, a llenado la alcoba de
medi camentos man Nucesarios, aparatos higiénicos, J.rin-
- gullas, calentadores ¡lodo un arsenal perfectamente
supértluo, pero muy consolador para él!
Los Primeros días fueron d emartirio par ael pobre
Pe
galeno, que no lograba siquiera que el herido recobra-
eS -COnOCimi iento. Después ¿aunque Jenaro consiguió
ds lonar, SU res
sl 1 da 4 i
i du 2á, de ia herida pulmonar.
$. .
Los demás «comjur ados» —es decir, el coronel, Guy.
óS otros testigos— visitaban diariamen-..
de N “mours y
tea] Marqués :
y todos fieles a su palabra, se mante-
Men en la A
a bsoluta Testrva,
, Claro está que esta digna conducta no se debía uni-
tamente
$2 medida. al;
Que las ]
quí Cyes f Erancesas con Po a. de duelistas. y a
en
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E AS 3 Esenciaban los dances de BOT»,
tasió $ ] E ; ILGOS Om
sab eS de Lutrec nó Cías Buy a COMO ya
L 1 TARO 108 ns 47 z 0 : es e
f s RO sóL,) PpOrque, a pesar-de sus moúli: ples: de-
ectogs, no o 3 A : ? S, , iS
1 40 mal fondo y le remerdía mucho *
14en E
TP : á
sa O "NuCrle a un hombre (aunque, como en
> hiciera. todo lo posible por evitar el duelo);
in 1C1a >> Il,
Í licias de esta do en Gu
14
Spiración continnuaba siendo esterios
>. Y: de vez en cuando, escupía sangre , procedente,
a caballerosid das. sino tambié én, Y en no esca-
'emor de ser sancionados con la severidad.
bién Porque seguía sn explicarse «x AR a
-2 Sucedido ado aquello». |
Victim. ]
ll "¿Cba de sy constante preocu ación era su ín-
a O E. == .
ley. 2 AMY. de Nemonrs . ee arlamente, le
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ue se hallaba el herido,