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7 Este caso es muy complicado, según estamos viendo. Neo |
sitaos poner en juego toda nuestra inteligencia para ai
sel fin deseado. Cuento contigo para ello. 1 0 de
+ —Puede usted disponer re- mí como de un paraguas” y *A
plicó Diego, muy serio, sin darse cuenta de lo insólito dep
respuesta. E E
Pues bien, hijo mío—prosiguió Masips. Es indu AN
- que, al ir a ese pueblecillo de pescadores, el amigo 9 ly
«pretendía encontrar a la misma niña que tú viste Y qn es h
rrespondía al retrato'que te enseñó. Ignoramos qué e l
ne yn
Adolfo. E ye
tan E ho
pueda él tener con la criatura ; pero, seguramente, un gel
rés muy grande ha debido moverle. Me extraña info dy
“no haya escrito ni o mí ni siquiera a su novia, esa se
con la que tú hablaste por encargo mío.
Y ques una mujer muy bonita, don
¡cómo don Gastón puede hacer sufrir a una joven
“y tan buena... ¡Se ve cada cosa! a -
Sonrió Masips, al oírle, agregando : E 5 ge |
- —Yono puedo, por razones que tú comprenderás a pe
«cesidad de que te las explique, ir a ese pueblo, donde 4
-'sencia sería notada... y comentada, ES Y
- Y quiere usted que vaya yo..., Como si 1 15 po
0 —Exactamente : tú ya fuiste y, en cierto Y per E
“nadie le extrañiará que vayas otra vez. Puedes alega? E yo |
gustó el panorama... En último extremo, hada arrié ye pá
- si dices que vas en busca de un amigo tuyo, pintot Y el
“sacar apuntes de escenas marineras en aquella co de pel
- gas allí; te alojas en la posada, donde ya te conoc* al
“guntas, indagas.. Seguramente darás con Castólal] Ñ
do menos, te indicarán lo que haya sido de él.
ES seguidamente—le atajó Diego—*€
- usted lo que sea. a e IN pa
Eso es. Me escribes; pero no echando la 2%
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