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secóse con precipitación los ojos y respondió esforzándose
$
dose Gastón.
ñana.
mii Por si esco 29 era basialio s;¡enificativo, parecia rehuir
el hablar con Gastón.
E pondió solamente :
en parecer tranquila :
—Buenos días, vecino.
—Disimula—pens óel -¡oven—« HMEgÓ no debo darme
por tentendido de nada. / Ñ
SS
Y “añadió: :
—¿Qué tal?
—Bien, gracias.
Usted, tan madrúgadora CoMo siempre. o
:—¡ Qué remedio!
Hace un hermoso día, ¿verdad ?
-—Mucho. y
-Marí ía levantóse y desapareció, diciendo :
Con permiso de usted, voy'a la cocina...
—$Se ocuita de mí para seguir llorando —quedó diciem-
4 Qué le pasará a mi vecinita : ?
; de
Durante todo el día, Cástón aparentó no fijarse siquie”
“Ya en María, como si nada anómalo hubiese advertido em
ella; pero observábála a hurtadillas, viéndola CN en
el mismo estado de tristeza en que la sorprendió por la ma-
-/N0 lloraba ya ; paro conocíase que sufría.
Estaba muy pálida y muv cperosa, y a veces suspendía:
su aa q redándose inmóvil, abstraída' en sus pensa-
_mientos.-
Cuando éste se despidió de ella. para ir a comer, le res-
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ut: asta luego. '