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¿Cómo procurarse, vendiendo o empeñando las joyas de
Azucena, el dinero necesario para adquirir los. pasajes?
Porque para mayor seguridad, ellas abandonarían la
quinta la noche anterior a la mañana de la partida, a hora
ya avanzada, y de noche y a tal hora no encontrarían abier-
tas las casas de compra y venta ni las de préstamos.
Por la mañana, teniendo que embarcar tan temprano y
teniendo que ir a la casa consignataria para adquirir los pa-
Sajes, no estarían abiertas tampoco.
Esta vez fué Azucena la que resolvió la cuestión.
Se fué en busca de la tía Joaquina, la esposa del tío Pe-
dro, la llamó aparte misteriosamente y le dijo:
—Tengo que pedirle, un favor.
-—Sabe que puede mandar en cuanto guste—le respon-
dió ella, deseosa de servirla. Ñ
- —Enel periódico que su esposa dejó amablemente a Te- *
- F6Sa, para que ésta se distraiga y me distraiga con su lec-
bura, hay numerosas demandas de ayuda para familias ne-
cesitadas que por la falta de trabajo y por las injusticias de
; la suerte, se hallan en la mayor miseria y sufren el mar-
- Élrio del hambre. A
—¡De qué buena gana las auxiliaría yo si pudiese! de
- —Deveso trato, de auxiliarlas, y para eso es para lo que
Necesito su ayuda. | po
. ¿Es posible? Mu : js
Con este preliminar crecieron el interés. de la vieja y
5Us deseos de complacerla y servirla, como por. adelantado
Y Sin sabér de lo que se trataba, le, había ofrecido.
y Siempre en forma confidencial y misteriosa; Ázucena
Siguió diciendo, acompañando sus palabras con un suspiro:
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