1971
Fa
—En cumplimiento de mi voluntad y de tu deber, es-
Iuérzate en seguir siendo siempre digna de su protección
4 en demostrarles tu gratitud.
- Convéncidos y satisfechos de ello, Zacarlas y Rebeca re-
Conocieron y acordaron con respecto a los dos huérfanos:
—Son como si fueran nuestros hijos.
—No tienen más que a nosotros en el mundo.
—Nuestro será su cariño sin ei nadie nos lo pueda
disputar.
Debemos procurar que sean telices, para con ello ser-
lO nosotros también.
Ed Y como sus hijos les side desde entonces, v
Soto dos hermanos siguieron desde entonces Edit y Eliseo
Junto a ellos. |
- Cual si sus hijos verdaderos fuésen,. los consideraban
todos, y “algunos comentaban con envidia: a
¡Qué suerte la de esos dos muchachos!' 02
—No carecen de nada. doo SR ¡Y
Viven como hijos de ricos señores.
-—Y como no tienen hijos verdaderos, para ellos será,
Seguramente; la fortuna de los que les amparan.
—¿Cuándo hubieran podido pretenderlo ni soñarlo?
Rebeca y Zacarlas estaban tan satisfechos de Eliseo co- : AN
Mo de Edit. | : : A
Los dos eran igualmente buenos, inteligentes y os: :
¿Sobre todo, y esto era lo que más les satisfacía, por igual
Mat, demostrábanle un cariño El entusiasta,
Profundo.
-— Parecían dispuestos a sacrificarse por ellos, si era ne-