LA SEÑORITA" MONTECRISTO
porque tenéis el corazón noble y bue
, Porque habiendo sufrido vos Mimo 45s
s hecho cargo de los. sufrimientos
lOs demás.
Zimbo, tú bien sabes que: mi amistad
siempre sincera y...
-Cuando llegásteis 4 este país habéis
do con. vos á ese ángel de cabellos
oro, á esa adorable niña, que se Hama
hada del desierto» y que heredera. de
stra bondad natural fué siempre la. pe-
, protectora de los desgraciados .ne-
clncdes bajo el látigo de los muevos
Ss de su patria. Desde: los primeros
quiero á esa monina... ¿No es á ella
vos á quienes debo la vida. reciente:
Mte recobrada ?
-¡No hablemos de eso, Zimbo!... Vengo
país donde la caridad nos ordena
Á nuestros semejantes sea de raza ne-
, sea de raza blanca.
Es eso la que enseña: los sacerdotes de
Stra religión y, además enseñan devol-
bien por mal.
descendiente de los reyes cafres. hizo
nueva pausa, llevó su mano á la: ca-
sobre la que bramaba el huracán de
recuerdos y exclamó:
Nunca he podido decidirme 4: seguir
doctrinas, nunca he vuelto bien por
Nilo haré NUNCA...
rdaimiado : hacia ele señor Josselin y
iéndole las manos dijo:
Quiero. devolver biem por bien. de
inmensamente rico, más que todos
aventureros de. Europa que quieren
tornar nuestro suelo para arrancar el
y los diamantes, ¡No es verdad, pp ¿Lo
,
ex abogado - se levantó de su asiento.
ó un cajón y sacó el diamante en bru-
ue Zezótte le había cal alguaos las
¿usa?
j ¡Lo sabía l— dijo.
Lo sabíais desde deal en que yo le
ití 4 Zezótte este precioso guijarro. Vos
me habéis hablado nunca de esta. Lore
que tenéis entre «manos. ¡Nunca ha-
intentado conocer mi secreto! ¡Ab! si.
biérais descubierto moriría conmigo
, secreto, . Pero auy, acabo ee descubrirlo
q
á vos. y á la pequeña hada que lleva vues- —*
tro apellido. ;
Elk. señor Josselín era pres» de una
emoción violenta. Zimbo no le di5 tiempa
más que al domimio: de: sí. mismo:
—¿Qué haría yo: de: este- tesoro: que los.
blancos terminarán por descubrir si lo «Lejo.
en su escondrijo? Antes; de morir: quiero
saber que queda-ea manos que no se han
levantado. sobre. un «desdichadoy megro....
¡Ab! no: me deis las gracias. Estos mon-
tones de diamantes los, llevaráis: 4 vuestro
país, á donde yo os seguiré; donde. yo!
solicitaré- en: vuestro hogar ek puesto más
humilde y el más arrinconado, y donde:
antes- de morir habré tenido la satisficción:
de ver la felicidad de vos y la de vea
hija!
Gruesas apa aparecieron em los ajos
del. colono, su. pecho se agitó y can: voz
tan entrecortada, que parecía nu: ape pro-
nunciar,, dijo:
—¡ Habláis: de mi lija Zimbo! Por ella
por rehacer mi fortuna he abandonado la
patria, con 'ánimo. de reconquistar por ell '
trabajo lo que la especulación: me: ha: are”
batado; ¡Y en: su mombre acepto:
—Tad esperaba de vos,
obrar!
—¡ Estoy, dispuesto!
—¡ Ignoramos lo que nos reserva ES por: -
venir. Repito que es necesario moverse des-
de esta misma tarde! IR de ses se
hombres seguros y discretos.
—Yo creo: poder contar con mi o 0 8
triota. el señor Blaisois.
| señor Joa:selin: *
Pera el momento no es el más propicios '
para escenas enternevedoras; Es: Po.
Limbo mo pudo disimular un: vivo 'ma-
vimienta- die: repulsión: : yl
a Y
el Ese...
tro secreto,
—¿Es que actas de él?
—No sospecho nada; pero este hombre:
me. desagrada, —hunca ne inspirairá- con
fianza. :
¡Guardaos de ¡desclbrito mues
—¡Sin de a 34 .
—¡Oh, yo sé que. su voz es dulce: y: e :
Sus maneras son insinuantes; razón de más)
para no fiarme! Tenemos necesidad de dos: :
hombres fuertes y. valerosos. escogidos más
bien. entre: los ies qe da Pe