Full text: Tomo 1 (01)

LA SEÑORITA MONTECRISTO, Da A . PA cc 
Quiso levantarse; pero tras un grito de 
lor cayó sobre el cadáver del caballo. 
El negro, de una cuchillada, abrió el 
ntalón del colono y comprobó. que tenía 
ina herida á-la altura de la rodilla. 
Detuvo la “sangre; colocó sobre la he- 
da un pañuelo de hierbas húmedas y la 
ndó con un fragmento de algodón arran-. 
do del chal de Paméla. 
Después «enojado por la fatalidad que 
ía á caer sobre él y sobre sus amigos, 
sensible 4 sus propios sufrimientos que 
eran intolerables, dirigió su mirada hacia 
“restos del fuego como para buscar una 
spiración. Su energía le acompañaba to- 
my. blasfeméis, señor!... ¡ Habéis di: 
siempre que vuestro Dios no nos aban- 
naría... y vais á desesperaros cuando aca- 
de salváros la existencia! 
—¡ Tienes razón, Zimbo! ¡Soy un débil! 
—¡No, «noz. peto las pruebas os han dado 
“poco: de flaqueza!... ¡ Pehsad én vuestra 
ija!... Acer que Sea rica. 
—¡Sí! ¡sí! lo quiero. : 
¡Pues bien! entonces es preciso obede- 
le por espacio de una hora. 
¡Pero tú también estás herido pobre 
ligo mío!... ¡Tu qe está ensangren- 
ada! : 
-—¡Un rasguño!... ) Me lo curaré dd mis- 
tiempo que vuestra herida -en Man- 
ubié, uña ciudad indígena que conozco 
que está á una legua de aquí... Os ruego 
le hagáis cun esfuerzo; Paméla os pres- 
el apoyo: «de 34) brazo, es Ara lle- 
r hasta el río, | 
vigorosa ' negra se poa Ba 
su amo á' levantarse, puso su brazo de 
jode “el: del. señor eta y. le: EA 
hasta el río, dd 
Zimbo se: agachó y. con gran esfuerzo 
; el saco” le diamantes. sobre da: parte: 
Éxito de sus pesquisas, 
; costados; a 
E delante: 
marchó á 
Pa el remo. 
Volvió 4 subir al río un trayecto comio 
de cien metros. 
Después, metiéndose en el agua hasta 
el pecho y con el cuchillo entre los dien- 
tes para defenderse eventualmente contra 
los cocodrilos que infestabán estos pasajes 
avanzó hasta una roca que estaba fuera del 
agua, á plomo como una terraza natural. 
Enftun momento desapareció bajo la roca. 
Cuando volvió lo. hizo. sin el precioso 
o E A o 
Pero Zimbo no se detuvo allí, . 
Fué á coger de la ribera pedazos de 
cuarzo y fué á colocarlos bajo el peñasco 
hasta que el saco estuvo iaa pS 
cubierto, 
—Ahora—dijo—, desafío á los bandidos 
á que me lo descubran. Venidremos á re- 
cuperarlo tarde Ó temprano. 
Descendió hasta el sitio «donde 'sus com. 
pañeros le esperaban. 
Pero iba lentamente ihépeocióndtilo: mi- 
nuciosamente los cañayerales que bordea- 7 
ban el río, CO 
O Zimbo. buscaba . , 
cosa. das 
Visbienatte contrariado por. él poca 
se echó á andar 
y llegó al otro extremo. | j 
Aún allí, se puso á buscar. : 
De repente, sus amigos lo vieron dés 
aparecer en los cañaverales para reapa- : 
recer bien pronto llevando delante de él. 
una canoa de indígenas. . S : 
- Púsose de pié en la embarcación y reu- 
nióse con .sus compañeros. | 
—Sabía que terminaría dallándda dijo x 
atracando—, Este sitio es un sitio de pesca 
de los negros de. Mangubié, y no poner. 
la mano en una de sus: piraguas hubiéta. 
sido ' Jugar con la: suerte, 
. Con la ayuda de Paméla colocóse y se- 
ñor: Josselín -en el. «fondó de la canoa. 
La negra y Zezétte tomaron sitio en 1 
e fiel «Turco», Aué. á colocarse 
Zimbo. ¿se _ puso 4 á dirigirla, No la canoa. 
á lo largo, pero q inútil. que. ma- 4 
Vencido por el. dol «deshecho de pe 
a agotadas sus fuerzas. pe la EE can: 
 
	        
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