24 [CARLOS SOLO
—¿Qué es lo que haces ahí?—preguntó.
Arístides se volvió y con inefable son-
risa, dijo:
—Ya ves; blanquear á los Atos: ó más
bien á las negras.
— ¿Estás loco?
—¡Del todo! Es para representar esta
tarde las Folies-Bobino en Madagascar.
Y sin fijarse en que acababa de introdu-
cir el extremo de su brocha en el ojo de
la joven africana, comenzó la siguiente enu-
meración,.
—Esta será nd d'Or, aquella la Sal
tevelle, esta otra Mimí Follichon, aque-
lla otra la Grille d'Egout y todas cuatro van
-á tener el honor de bailar un cancán de
la Butte ante la distinguida sociedad.
—¿Y tienes necesidad de pintarlas como
si fueran nuestras ?
—Es una revancha.
—¿Una revancha ?
—¡Síl en las ferias de los alrededores de
París los empresarios nos exhiben sin es-
crúpulos negros de Batignoles pintados con
- betún y malgachos de Montrouge colorados
- con ocre. Tengo, pues, el derecho de exhi-
- bir á los Hovas á los Midinettes aa
de ébano,
Razonando. de este modo, pere acabado
el pintarrajeado, dde la cuarta negra.
—Acá mis pequeñas. Si sois prudentes,
tendréis dulces, y cuando llegue la hora
- solemne de abordar los fuegos de la rampa,
Os autorizo á cortar ún babero, con el bom-
bero de servicio,
Y añadió en tono serio: ;
—La rampa: es esta estera de alfa; y
el «foyer» de los artistas, es la bicoca' que
ves allá en el fondo. ¿Ries? Luego. estás
desarmado, E
Efectivamente, Eustaquio Gálmand se en-
tregaba á jun a ¿ACCESO de hilaridad
prolongada, Ed: Se
- Cuando se le pasó esta ar Mijos
—¡Blanquear á La Eds Es un
«record»,
AMLO parece poco do coiabiÉ el donado,
Y arreglando el tinte de mis negras, he
encontrado una canción que cantaré más
arde sobre la Butte. Escucha.
—¡Es inútil! Té á da ESprese ent ación,
: Vamos,
Pero cuando Galimard dijo esto, ya tl
director había comenzado la primera copla
Un negro: se dice que para blanquearlo.
Se utiliza siempre su almohaza
Yo te aseguro que esto es fácil,
Cuando la piel no se resiente.
Pero al cambiar lo de dentro,
En mi experiencia lo creed,
Que vuestro tiempo perdéis
Vuestro jabón y vuestra ciencia.
señores, pasen á mi tienda;
Blanqueo á los negros Esto es inaudito,
Esto es epastronillosuperfantástico.
Extramiricarambolantífico.
Sin buscar mucho bajo la luna;
Se encontrarán negros blancos,
Perderéis una fortuna,
Al verlos por dentro blancos.
¡Los sabios! ¡Ah! Los retamos,
Pues á pesar de su ciencia
No han encon: rado el jabón
Que ES nuestras conciencias.
—Te ha hecho gracia la copla. ¿Cómo
encuentras la canción ? :
—¡No está mal! El final sobre todo.
—Sí ¡el jabón para limpiar las concien-
cias! Estoy seguro que el que inventara
este jabón haría una linda fortuna. Mi can-
ción hará furor esta tarde ' esperando qu !
haga furor sobre los tablados de Merl ,
Black. Y no es esto todo, pues me he pro-
curado todo un repertorio inédito. ¡ Dir
la romanza! ¡Las fábulas de La F ontaine
modernizadas! Escucha ésta : :
Y tomando una de esas aptitudes qe á
sabía tomar comenzó:
Un cerdo, grueso, gordo, bien nutrido,
Verdadero. cerdo de feria :
- En su puerta cierto mediodía
- Tomaba aires de alteza. 0
Un perro dogo de blanco O, Y
Acertó á pasar. E
—Vvi animal —dijo sin idas
Puedes, á fe mía pavonearte.
De manera tan galana
x hacer el aristócrata.
—¡ Quedaráste siendo puerco:
Hasta el fín de tu jornada!