Full text: Tomo 3 (03)

CARLOS 
asalto que preparaban dar al 
complicaba la «situación. 
Un poco más de cerveza, señor ca- 
pitón lI—decía Joe Blackbaern, que tenía in- 
-terés en agradar al oficial. 
5 Bolton miró su reloj. 
—Antes debo dar órdenes y organizar 
patrullas que han «de recorrer la región 
- durante la noche. ¿Comprendéis? Por si 
_les da la idea á los bandidos del «Kopje» 
. de burlar nuestra vigilancia, antes de ama- 
_necer, es preciso tomar medidas para cor- 
tar el camino. ¿Me permitís un momento? 
En seguida vuelvo. 
a capitán se levantó, tambaleándose un 
: poco. SS a 
- Luego que “hubo cala SE tres 
amigos se miraron. 
Que el demonio me ahogue, si no. 
: son estas las noticias que nosotros AeB-- 
: - perábamos—dijo, Jim Blackbaern. 
Se —¡ Ay, ayl... Noticias inesperadas, es ver- 
dad, pero no tan buenas como crees—afir- 
mó Joe... 
—En efecto, los ingleses que quieren to- 
z 
mar. el «Kopje» á 
«misma ocasión: vienen acaso ul trastornar 
estros planes... CAER 
El vizconde se interpuso: ' 
—Amigos. míos, permitidme una able 
tencia; hacéis mal en “maldecir. á las tro- 
inglesas. que. quieren apoderarse de.12>> 
caza que queremos apresat nOSOtrOS;- zo. 
ue debemos. temor. es lo que los: destrayan 3 
sus obuses Ed sus «dun, dum».. ¿No 
porqué me miráis. Como. si hubiera. ba- 
do de la Tuna? dl ON de ¡ 
— Adónde vas. á parar? 
Eje 2 si la Aina “Jorseía y sus 
nuestros pájaros por la 
SOLO 
y que la heredera de Zimbo gime apri-. 
sionada; nos creamos 
esos carceleros, 
inteligencia entre 
lo que no es difíci ha- 
ciendo sonar buena moneda; Morgenstern 
ó Bridge á quienes la pequeña no conoce 
pueden insinuarse cerca de ella, ofrecerle 
la libertad; la llevan lejos de los que la 
guardan y nos la envían. Entonces nos ha 
llegado la parte mejor, puesto que tenemos 
cuidado de dejar marchar á sus compañeros - 
á Ceilán, 4 Santa Elena 6 4 las Bermiu- 
mudas, donde no nos estorbarán más. 
—Arreglas las cosas á tu modo. 
—Porque así es como deben pasar. ¿No 
disponéis de dollars de la banca Jackson 
and C.2 y estos dollars mo os dan la llave 
de oro que abre todas las conciencias, lo 
mismo las inglesas que otras, dicho sea 
sin ofender á nadie? Y además yo tengo: 
otras noticias que demostrarán como A 
“por B que perdemos el tiempo esperando . 
aquí con gran contento de la señorita Jos- 
- selín. Habéis creído durante mucho tiem-. 
po, como yo mismo, que éramos los más 
“maliciosos y que nuestras precauciones es 
taban bien tomadas. qe 
:—SÍ por «cierto. — 
—¡Pues bien! ¡Os engañáis! La joven: 
cita nos ha hecho espiar. A la hora presente 
debe saber qee estamos aquí en epa 
—Suya.' : 
Jim y Nos Elackba dal se - sobresaltaron.. 
- El vizconde le comunicó entonces su úl 
mo descubrimiento reuniendo con tal maes 
tría las pruebas y las conjeturas, que los 
IS dueños de la mina participaron en 
“teramente de su convicción, es decir, que el 
_ clérigo, el «corresponsal». y el mozo de 
Ma quinta vestido de: verde y negro no 
_eran otros que el « comisario encarga ] 
_ seguines la pista. | AA 
Los bandidos eran ilcsilajaio: au : 
para. “sorprenderse de la audacia de cc... a 
epoca im ¡ 
PS 
 
	        
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