¿CULPABLE? 71
Jorge? ¿Cree que le mentí en Brighton?
¿Abriga las mismas sospechas?
Guardé el silencio por un instante;
luego, respondí negativamente.
—Es preciso que le vea á solas en
algún paraje bes insisten-
temente.—Es preciso que hablemos. Me
consta que estoy en peligro aquí, y.
no ceso de temer que Walter descubra
algo. :
—¿Por qué?
—A causa de un incidente ocurrido
hace tres días—dijo con voz rígida, in-
sensible. :
—¿Y hasta ahora se había creído en.
seguridad?
—Hasta hoy, sí. Bro mis enemigos
saben que estoy acá. Tal vez me descu-
brirán á la policía, y entonces...
-No terminó su frase.
—¿Pero quién la reconoció?
—Uno de mis enemigos... de Floren-
cia. ¡Ab, Jorge, si usted pudiera for-
marse una idea de mi situación! lg-
nora usted las contínuas Zozobras en
que vivo, mi temor constante de que
me detengan.
- —Creí que la policía Pon dejado de
perseguirla, en vista de que Zoli no la
detuvo en Chicago. :
—El hombre de quien le he hablado
-——haráloindecible para perderme. ¡Ah, si
me atreviese á SEO e Jorge, se