DEL DEFENSOR DE'PEDRO 261 
  
Llegaron á Pontevedra, y Benito Soto desembarcó clandes- 
tinamente todos los efectos portátiles y de valor que habían 
robado de los diferentes buques y que había conservado en 
su posesión particular, y los dejó al cuidado de su tío; pero 
como Pontevedra no es puerto habilitado, no les fué posible 
desembarcar los fardos de seda, etc., que habían cogido del 
Topaz. En vista de esto, determinaron dirigirse á la Coruña 
para descargarlos. Con objeto de aparecer como náufrago, 
arrojaron al mar la mayor parte de sus armas, y habiendo 
practicado algunos barrenos en el bergantín, llegaron á la 
Coruña con todas las apariencias de estar sumergiéndose. 
Las bombas estaban continuamente trabajando, y se notó que 
desalojaban gran cantidad de agua. Como no poseían docu= 
mentos ni aun conocimiento por el cargo, se vieron precisa- 
dos á recurrir á la siguiente estratagema: 
Benito Soto y José de Santos, que tenían aún á bordo los 
uniformes de marina de su legítimo Comandante Mariz de 
Sousa Sarmento, hicieron que el piloto Manuel Antonio Ro- 
dríguez se pusiese uno y tomase el nombre del verdadero 
Comandante del bergantín.*Le acompañaron á tierra, hacien- 
do que se anunciara al Vicecónsul residente, como hallán- 
dose en situación aflictiva, y le suplicase le permitiera des- 
embarcar el cargo, entre tanto el buque reparaba sus ave- 
rías. Los miserables no se apartaban ni un momento del fin. 
gido Capitán, que habian hecho instrumento de sus planes, 
y estaban dispuestos á asesinarle á la menor indicación que 
hiciera para descubrirles. : 
Concedieron permiso las autoridades, y desembarcaron los 
géneros, depositándolos en la Aduana. Fingieron después 
haber pensado que en la Coruña no había lugar á propósito 
para efectuar las reparaciones necesarias, y solicitaron au- 
torización para que quedasen allí los géneros mientras ellos 
- se dirigían con el buque á Lisboa para hacerle las repara= 
ciones necesarias. También esto les fué concedido, y el Vice- 
cónsul (que se dice fué sobornado), lo nombraron consigna- 
tario en unión de otro individuo llamado F. J. B. 
- Partieron, pues, de la Coruña, dirigiéndose hacia el Sur;