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La Universidad será un cuarto poder público que ten-
drá el monopolio de las profesiones, de los grados, de
los exámenes jenerales i parciales, i por consiguiente el
monopolio absoluto de toda la enseñanza del pais; por-
que, como dije ántes, en esta materia es un axioma que
el dueño de los exámenes es el dueño de la enseñanza.
Tendremos un solo molde oficial en el cual deberán
fundirse todas las intelijencias. Este poder inmenso so-
bre las nuevas jeneraciones, será dueño, no solo del por-
venir científico i literario del pais, sino de su porvenir
social i político. Nunca se habia visto en los pueblos ci-
vilizados, ni aun en los pueblos cultos de la antigiiedad
pagana, si se exceptúa a Esparta, un despotismo mas re-
pugnante ni una usurpacion mas completa del poder pa-
terno.—( ¡Exacto! ¡Perfectamente!)
Por desgracia para los partidarios del estanco inte-
lectual, en Esparta las ciencias i las letras no murieron.
¿Sabeis por qué? Simplemente porque no pudieron na-
cer. El despotismo de la enseñanza oficial convirtió el
campo de las intelijencias en un árido desierto, donde
no pudo brotar ni una flor. Esparta no solamente no
nos ha dejado por herencia ni una letra, sino que no nos
ha dejado ni siquiera el recuerdo de obra alguna ar-
tística o científica. ¡Tan completa fué la ruina intelec-
tual que allí produjo el monopolio absoluto del Estado
docente!
I en Esparta habia escuelas públicas. 1 en Esparta
la instruccion era obligatoria: los niños eran obligados
a asistir a las escuelas, bajo las mas severas penas. So-
lo sí que existia en el Estado el monopolio de la ense-
ñanza.
Este ejemplo, único en la historia de los pueblos que
so han llamado cultos, puede enseñar a los monopolis-
tas que no se violan impunemente las libertades prima-