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En el fondo de estos errores no se ve más que una 
parodia sacrílega de la torre de Babel, ó sea de la idea 
de hacer al hombre independiente de Dios. Estos erro- 
res brotan, no de la razon, sino de la soberbia ó del 
odio al Cielo. En efecto, en todas estas monstruosas 
aberraciones resalta el empeño de hacer que el hombre 
sea como Dios, ó que conozca todo lo que conoce Dios, 
6 que subordine á su ciencia limitada, la ciencia in- 
finita de Dios. 
Lo que los filósofos racionalistas dicen al hombre 
para engreirlo, "es lo mismo que decia la serpiente 4 
Eya para perderla. 
La serpiente decia á Eva: “Comed de la fruta del ár- 
bol prohibido, desobedeced á Dios, y sereis como dioses, 
humana ratio, historice tantum exculta, potest ex suis natu- 
ralibus viribus, et principiis, ad veram de omnibus etiam 
reconditioribus dogmatibus scientiam pervenire, modo hee 
dogmata ipsi rationi tamquam objectum proposita fuerint, 
Prop. 9. 
Los errores contenidos en esta Proposicion fueron conde- 
nados por Pio IX en las Epístolas Gravissimas inter de 11 
de Diciembre de 1862, dirigida al Arzobispo de Munich, y 
Tuas libenter, de 21 de Diciembre de 1863 dirigida al propio 
Arzobispo. 
En la primera examina, refuta y aratematiza los erorres 
del Doctor Froschammer de Munich, que proclamaba la om- 
nipotencia de la filosofía, negaba á la Iglesia el derecho de 
señalarle límites y suponia que, aunque el hombre, como 
hombre, tuviese el deber de creer, como filósofo podia exa- 
minarlo todo, sin obligacion precisa de admitir nada, 
En la segunda, Tuas libenter, con motivo de los temores 
que al principio se abrigaron acerca del congreso filosófico 
católico, que en 1863 debia reunirse en Munich, dice Su San- 
tidad qué es lo que deben ser estos congresos, de qué modo 
han de celebrarse, y cuáles son los escollos que deben evitar.