Full text: 1.1911,28.Okt.=Nr. 1 (1911000101)

Ea A ma 
  
  
MmICIÓ omar. aa 
  
  
  
  
Canto á la Raza Aborigen Americana — ——— 
Reclinada en mar de perlas, como silfide celosa, 
La pupila :rasparente siempre azul y cautelosa 
La conmueve hasta el murmullo de la inquieta inmensidad; 
Y asi cruzan las edades de la Maga Peregrina 
Entre tules azulinos de vapor y de neblina 
Agitan lo de su mares la imponente magestad. 
Pero vuelan las auroras y en la mente sigue impávida. 
La visión de los jardines de aquel huesped de la Rábida 
Que los pinta en Salamanca con flamigero pincel; 
Y llegando valeroso hasta el trono de Fernando 
Va la ruta de su gloria á los reyes enseñando 
Y convence con su verba á Marchena y á Isabel. a 
Y las joyas de esa reina tambien joya de la historia 
A las plantas del marino se deponen y es su gloria - 
Ver colmados los anhelos de los sueños de Colón; 
Y por eso cuando al viento se prodigan ya las velas 
Isabel orando pide que sus blancas carabelas 
Llegue presto victoriosas al jardin de promisión. 
Y en la frágil capitana aquel genio peregrino 
Va luchando con las olas y venciendo al torbellino 
Con que Atlántida defiende su tranquila placidez; 
Y en derrota se pronuncian los afrados vendavates, 
Y al motín, ahoga el eco de las músicas triunfales 
Que en la Pinta se levantan con marcial intrepidez. : Je. 
  
Es que el mar bajó la espalda y á los lejos la silueta 
Entre tules de topacio, da turquesa y de violeta sa 
Se distingue de la maga de los sueños de Platón, — EE E. 
Y en ropaje transparente sin rubor y sin malicia e 
Abre el «eno que convida al amor yá la caricia ue: 3 
Que excitó por su opulencia las envidias de Pinzón: <- 
Y la raza de los Cides, de Pelayo valeroso 
En la cuna »intoresca del Caribe belicoso * 
lava heróica con su emblema las insignias de la Cruz. 
Y las fúlgidas espadas que ocho siglos bataliaron 
Que el turbante sarraceno con su filo señal:ron, — 
Ya predícen nuevas guerras con sus círculos de luz. 
Se cormueven en-sus selvas á la sombra de sus palmas 
Los autóctonos ardientes y círculan por sus almas 
El amor en onda heróica á su herida magestad; 
Desafía desde entonces al pendón coral y gualda, , A 
Y se atreve como Atlas, á llevar sobré su espalda 
Las mil furias de los mundos por gozar de libertad. 
Mas en vano el sacrificio! atin levántase en Otumba —. 
Como un eco funerario clamor bélico que zumba 
Como viento entre las ramas de fatidico ciprés; 
E 
 
	        
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