bios
TEATRO NACIONAL,
Resaca
La tereera del Conturso
Ya somos tres. Así exclamó “ Resaca” después
“€ su consagración. La tercera obra del Concurso
SC presentó á disputar los primeros puestos, va-
"Entemente modelada por su aitista. Tal vez mo-
mentos antes de levantarse el telón, el autor y los
Mérpretes temblaban!... Oh, ironía de la me-
“a hora! y
La expohtánea y buena acogida que tuvo *“Re-
ea , sin exajerar el aplauso, probó evidentemen-
e la imparcialidad del público honesto.
_ Desarrollada en ambiente estudiado con medi-
qución, los personajes de la obra exteriorizan con
e y sin flojedades un pedaro de vida, de vi-
y amarguras, donde las almas amalgamadas
AN el barro, bregan por salir á flote. Asoman á
va operficio. Respiran. Ven la luz... Ya se sal-
Le Pero no, la cadena los aprisiona, el gar-
e - muerde, y la corriente vuelve á lle varlos pa-
A Undirlos otra vez. Y así... El banquete del
“perdicio, ha pasado ante nosotros con relám-
Agos extraños. Quizá el autor, lleno de ansias —
Tan e de desear — intentó en-los que lo escucha-
E aer partidarios de escuela, pensando que en-
a 0S, muchos, arrojan á las mujeres al lupa-
, bara después intentar redimirlas,
amos en tanto cómo habla la obra.
Catriz es la eterna mujer que lleva en sus la-
lo mentira del momento, y en su corazón un
ta, e te roras informes. Satisfecha á ratos, lle-
Nacho: ansias en otros. En-ella prima el pasado
je donde i lució como una reina. Las
Ta mire del fango tienen sicmpre en su haber las
,seencias de sus festivales y el orgullo de
quee que bailó el mejor tango con el mejor
: :
de U matrimonio con Faustino, lejos de apartarla
se
ba
en: a. la aceren más, fatalmente. Taustino
EA Marido sin carácter, ramplón... Marido al
has le y que el alcohol, lejos de apagar sus pe-
los An bastante estúpida por cierto — se
Ta del e con fulgores de crímen, Esto lo ale-
Nombra logar. Ama á Beatríz, Pero es tan poco
eatrjy a regenerar! La lucha se entabla, y
A Mujer eniendo á sus espaldas á Pantaleona, á
LO sa Ane modeló su corazón y su cuerpo, y lue-
Mrans; 'z0 came de ella, azuzándola, se muestra
» “Sente y dominadora y la convence.
izo go D. Guido, padre de Faustino, da sus
SIDA, ua su hijo, dice cosas quizá bonitas, pero
dre e Catmilos para el lengnaje de un pa-
Ing Mu Después _de sostener, inoportmma é
e una disputa patriotera con Pan-
ld as los chistes gruesos, Aunque bien
ta acen ruído y provocan las risotadas, tra-
Olvig, ONvencer á Beatríz que ame á su hijo y que
tas y Ese pasado cuyo reflejo le traerá amargu-
Vi a Peligros. Tanto habla, tanto dice el pobre
to PA vez más enternecida que llevada al
a do entr aceede, y austino y ella
erectan “ariñosamente. Y aparece él. El tipo
¿Quién "ente pintado, con verdadera maestría.
0 ha oído ese grito peculiar de los ca-
Ea
N
rreros compadritos y vendedores de: ““Sándia...
sándia colorada...?”” ¿Quién no ha visto su pose
haragana y requebradora?... El, en cambio, vo-
cea: *“ Resaca y tierra negra. ..””. El abrazo, des-
fallece, el frío cunde, el ódio que va gestando
Faustino, estalla. La vida es insostenible, El vé
que aquello continúa. Que todo es mentira. Que
esa mujer. es la misma -de antes, y que Resaca es
el feliz rival que lo insulta con su. grito: ** Resa-
"a y tierra negra...?? Faustino huye enloquecido,
Aún no puede estallar. Los hombres así matan,
pero cuando ya no queda otra solución. “Resaca”
entra. *“¿Lo viste á Faustino?... Sí, corría como
un loco...” El amor de estos: dos personajes, li-
gados quizá porqué dolor de ambiente y qué afi-
nidades naturales, revive, y £e confunden y se be-
san, El improvisa un baile... (enteramente pre-
cipitado). Tiene unos músicos amigos que están
cerca, y verá ella cómo se divierten. La murga de
los eternos suburbios cunde y el tango rompe con
tin requiebro aquel dolor que aún palpita. Se ríe.
Se provoca. Surgen las rivalidades de bailarines,
etc. Los personajes están bien colocados. Cada
uno dá Ja nota del mismo ambiente y de la di-
ferencia de vida. Beatríz y Resaca sostienen pa-
sajes hermosamente pintados. Hay detalles en es-
tos personajes de una. observación diabólica. La
vuelta de Faustino. convulsiona al. auditorio: El
inarido, enfermo ante tal baraunda que lo ofende,
increpa, insulta, y de la.lucha brutal de Resaca
con él, la peor parte Je toca .á la ley. Vuelto en
sí, esgrimiento el arma-criminal, intimida á la
concurrencia que se desgrana. precipitadamente.
Luegc, en un momento. de desesperación, arroja
el revólver y llora amargamente sus dolores, y su
impotencia. Resaca arranca partido al minuto y
exhorta 4 Beatríz 4 huir, á seguirlo: “Vení, va-
, dejá-á ese loco, .. ” y huyen. Vuelto á la rea-
d, Fauetino busca, llama, grita... Beatríz no
contesta. Salvaje y miserable y lógico, dentro de
el persenaje, corre en busca de aquellos que lo
rtirizan y que inconscientemente lo arrojan á
ircel. Llega á tiempo, oh, felicidad de las
! Los vé y mata.
lfay algunas minuciosidades defectuosas en la
obra que Si el autor pudiera corregirl dejaría
plenamente satisfechos. á todos. Las aspiraciones
generales se llenan. La obra es buena. Vigcr, hu-
manidad, lógica, belleza. El que escribió “ Resa-
ca?” además de una promesa, es un autor. 1.
La interpretación, correctísima. Solamente así
las obras se ven adornadas con detalles que algu-
nas veces malogran — casi siempre — dado el
desgano y el poco estudio de los actores,
Blanea Podestá y. Vicente Argentino, irrepro-
chables. Segundo Pomar, bien. Ballerini hizo una
“Resaca”? impagable. Franco, ferrer, Bozan y
Anita Podestá, dentro de sus papeles con admira-
ble seguridad, Es verdaderamente asombroco!
“Resaca”', irá muehas noches, y con muchos -
aplausos calurosos, dada la honestidad y el esfuer-
zo de su autor.
ab,
FRASCUELO,