— 71 —
Violetas
¡Oh flores que nacéis tristes
Entre la yerba escondidas,
¡Cuánto no sois parecidas
A las flores que amé yo!
Flores que en mi alma nacieron
En mis horas de bonanza,
¡Yo las llamaba esperanza
Y el tiempo las marchitó
Modestas como vosotras,
Puras violetas, nacieron
Pero pronto se perdieron
En la bruma del dolor.
No tenían otro riego
Que el de mi continuo llanto,
Ni otro sol que el fuego santo
Del mas inocente amor.
Hermosas sobre su tallo
En el aura se mecían:
Pero al par que ellas crecía
También su pena aumentó:
Y llorando acongojadas
Su desventurada suerte,
Sin pensar llegó la muerte...
Y entónces todo acabó!