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CUBA CONTEMPORÁNEA
de su pueblo, de aniquilar a unos cuantos desgraciados sin razón y sin
bandera.
Si usted aprecia debidamente estos hechos, se apresurará sin duda
a reconocer que no es un Gobierno amigo, quien, acaso por prevención
injustificada, debe precipitarse en contribuir al desprestigio de un Go
bierno y de un pueblo como los de Cuba, colocados, es cierto, en con
diciones difíciles, aunque no superiores a sus medios, su patriotismo y
su corazón.
José M. Gómez.
A la anterior, razonada, serena y patriótica protesta, contestó
el Presidente Taft con el siguiente cable:
La Casa Blanca.
Washington, mayo 27, 1912.
Sinceramente me complace reconocer las medidas enérgicas tomadas
por su Gobierno para acabar con los disturbios existentes y saber que
tiene Ud. confianza en el. éxito. Como se le manifestó explícitamente
al Encargado de Negocios de Cuba en ésta, el motivo que tuvo este
Gobierno al mandar los buques a Cayo Hueso y el Prairie a la Esta
ción Naval de Guantánamo, fué solamente para poder obrar con pron
titud, si desgraciadamente fuere necesario, para las vidas y propiedades
de americanos, prestando apoyo o auxilio moral al Gobierno cubano.
Como se explicó entonces, esas medidas extraordinarias de precaución
están desligadas de toda cuestión de intervención.
Wm. H. Taft.
No obstante esas promesas, el cañonero norteamericano Pa
ducah trató de desembarcar tropas en Daiquiri para proteger las
vidas e intereses americanos. Enterado el General Monteagudo
por el Jefe de la Estación Naval americana de Guantanamo, le
hizo saber por cable:
No puedo permitir desembarco tropas extranjeras sin órdenes de mi
Gobierno. Las vidas y propiedades de los americanos en Daiquiri están
bien protegidas, como puede informarle su Cónsul, que acaba de salir
de este Cuartel General.
Al mismo tiempo se dirigió al Presidente Gómez, dándole
cuenta y pidiéndole instrucciones. El Presidente le contestó por
medio de la Secretaría de Gobernación:
Puede usted consentir que desembarquen tropas americanas para que
protejan propiedades extranjeras. Inmediatamente que fuerzas ameri-