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íKRGRZinC MCnSUAL
R «gistrado como artículo de 2? clase el 9 de Febrero de 1912
DIHECTOBl
Manuel León Sánchez
ADMUÍISTKADOBí
A. Esteban Abel la
ARo II.-N9 13.
México, D. F., Marzo de 1913
Tomo III
MEXICO! Año, $6,00) Semestre, $3,00; Número suelto, $0,50, - EXTRANJERO! Año, 24 francos) Semestre, 12 francos) Número suelto, 2 francos
ANIVERSARIO
Qjra3 ífVa 0N M presente número en-
tra nuestro magazine en
el segundo año de su pu-
Las dificultades mate-
riales con que tiene que
'kr' luchar una obra de este
género, han sido para nosotros mayores
á causa del estado anormal de las vías
de comunicación y la irregularidad en la
colaboración de nuestros escritores, cu
ya labor absorbe en estos momentos la
política.
Cosmos vió la luz como consecuencia
de las repetidas instancias de muchos y
buenos amigos que se lamentaban de que
México no contara con un magazine don
de se reuniera la producción de nuestros
escritores, aquella que no puede tener ca
bida en la prensa diaria que cultiva el
sensacionalismo y la oportunidad, ni en
la semanaria que obtiene sus éxitos en
la caricatura ó en la ilustración fotográ
fica.
Estamos satisfechos del resultado ob
tenido hasta ahora.
Por las páginas de Cosmos han desfi
lado las firmas de los mejores escritores
mejicanos; las ilustraciones han sido he*-
chas por los mejores dibujantes y foto-
grabadores de México, y el papel para
el texto y las cubiertas se ha fabricado
expresamente por la Fábrica de San Ra
fael, que se ha esmerado en producir una
clase que tiene la bondad que exige una
publicación del género de la nuestra.
Quizá en esto último no sea nuestro
magazine tan perfecto como deseáramos;
pero por un alto espíritu de mexicanis-
mo hemos querido que todo el material
sea de producción mexicana, y lo mismo
nos proponemos para lo sucesivo.
Para la impresión de Cosmos hemos
importado la mejor máquina que se fa
brica para esta clase de trabajos, y los
que han visitado nuestros talleres han
podido admirar la maravilla de mecáni
ca que representan nuestras prensas Mil-
hler, dotadas de «ponedores» automáti
cos, los primeros que se usan en Méxi
co. Varias casas importantes han pedido
otros iguales para adaptarlos á sus má
quinas de imprimir.
Los grabados á colores para las cu
biertas y para las ilustraciones interiores
del magazine no nos satisfacían, y de
seosos de presentar nuestra publicación
con la limpieza que vemos en las de los
Estados Unidos y Europa, hicimos un
viaje de estudio y visitamos los princi
pales talleres de Norteamérica. Nuestros
lectores verán muy pronto los resulta
dos.
La circulación de nuestro magazine
nos ha obligado á instalar dos máquinas
más para la impresión del texto, y muy
pronto, con la ayuda del público, insta-
laremo» otra que nos permita hacer la