Letras
13
sagraremos exclusivamente a las Musas.
Y como iba diciendo, tengo para mí que
los griegos fueron los institutores del
género humano en todcte los órdenes de
la vida civil. Ellos esparcieron los ele
mentos de su cultura por todas partes,
por Alejandría y el Asia Menor, y pol
la Magna Grecia; más tarde los latinos
los importaron directamente, robándo
les sus estatuas, sus bronces y casi to
das sus obras de arte. Ellos abrieron
escuelas en Roma y le impusieron su
lengua, sus artes, sus costumbres y has
ta sus vicios. Así, después de cinco
siglos de oscurantismo, los romanos co
menzaron a ilustrarse y a perder poco
a poco su rusticidad primitiva.
—Lo cual no ha impedido—observa
Toreuato, otro de los convidados—que
algunos patricios chapados a la anti
gua hubiesen lamentado como un mal
la influencia griega.
—Cierto, repone Metastasio—Catón
el Censor era uno de ellos, un hombre
áspero, duro, codicioso y ávido de ga
nancias. Condenaba la medicina griega
y recomendaba que, en lugar de seguir
las prescripciones de Hipócrates, se cu
rase las enfermedades, cualesquiera ellas
sean, con la col que él mismo cultiva
ba en su huerta, asegurando ser una
panacea universal. También Juvenal, en
una de sus sátiras, acusa a los griegos
de haber introducido en Roma los vi
cios del Oriente. Por lo demás, no pue
de negarse que, gracias a la cultura he
lénica. fomentada por los Scipiones, Ju
lio César y Augusto, se ha creado la
literatura latina.
—Bien lo decís, caballero Metastasio
—añade Filemón el griego—que los he
lenos fueron el pueblo más inteligente
de la tierra. Ellos inventaron la filoso
fía y las ciencias en general, perfec
cionaron todas las artes y disolvieron
el politeísmo, es decir, humanizaron a
los dioses y divinizaron a los hombres,
con lo cual se hizo posible el progreso
social. La lengua de Homero es el más
maravilloso instrumento de que se ha
yan servido los hombres para expresar
sus ideas, y la literatura griega el más
hermoso producto del ingenio humano
Dotados de una exquisita sensibilidad
y de gran vivacidad de imaginación,,
los griegos escribieron cosas muy bellas
con buen gusto insuperable, con las gra
cias y los primores del estilo que ha
dado en llamarse ático. Crearon suce
sivamente y como por un encadenamien
to lógico, la epopeya, la historia, el poe
ma didáctico, la poesía lírica, la tra
gedia, las comedias y los idilios. La
poesía épica es una serie de cantos en.
que se celebran las hazañas de los hé
roes legendarios, que pudieron ser los
primitivos cazadores, los grandes gue
rreros y los conductores de pueblos,,
cuyo recuerdo se habia trasmitido de
una generación a otra, pero cuya his
toria se había perdido al través de las
edades. La lírica es una forma de ex
presión de todos los vuelos del pensa
miento y de todos los arranques del
corazón, cuyo objeto puede ser la reli
gión y la patria, la libertad y la gloria,
los combates y los juegos, el amor y
el odio, la alegría y la tristeza. Com
binando lo épico con lo lírico, surge la
tragedia o el drama, en que se repre
sentan sucesos imaginarios, cuyos pro
tagonistas son los dioses y los héroes,
juguetes del hado, la fortuna, la fata
lidad, o el destino. Mas tarde, el Esta
do se separa de la religión, adviene la
democracia y nace con ella la comedia,
que reproduce las escenas de la vida
real para criticar los vicios y las cos
tumbres sociales. Toda la poesía grie
ga es sincera, original y objetiva, por
que ha sido tomada directamente de la
naturaleza. En ella todo es juventud y
lozanía, vivacidad y frescura, esponta
neidad y gracia. Por el contrario, la
poesía latina por ser una imitación de
la griega y por ser el producto del cál
culo y de la madurez de un pueblo uti
litario como el romano, es reflexiva y
seria, melancólica y grave; carece de
inspiración y de originalidad. La cul
tura griega ennobleció a ese pueblo ru
do y conquistador, y lejos de haber pre-