78
PROTEO
m ¡ a * ma a * ete ó ansiosa como bacante por besar a los astros,
jiuo todo fué en vano, fantasma despiadado. Realización fue
vez a vez, mostrándome mi fatal medianía. «Nunca podrás
bacer nada, nunca llegarás a nada,—me decía—; si algún día
plasmaras tu sentir ¿erees ser comprendido!; discutido en
nombre de estúpidos prejuicios, pasto de voraces alacranes,
te aniquilarán, harán de ti un amargado».
—¿Qué debo hacer, qué es necesario para triunfar—inte
rrogué ansioso.
—Ser Genio que deslumbre, o histrión que adule...—Y
la voz calló.
¿Para qué luchar? Desde entonces edifiqué mi celda...
«I ensar, soñar, admirar», decorando sus muros con las telas
preciosas de cuadros irrealizados, vistiendo los magníficos
ropajes del Ensueño, vivo solo en mí. Solo no Amor me acom
paña, único confidente.
¿Será un egoísmo supremo? No lo sé, ni quiero pensarlo
siquiera. Mas, cuando el dolor del fracaso pretende en mi
alma clavar su aguijón, huye como atemorizado ante cabalís
tico conjuro, .al posar mis labios en los de mi amada, para
hundirme con ella, en la santa redención del Beso.
Luis A. VIAL K,