Full text: 2.1922=Nr. 2 (1922000202)

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PROTEO 
El campanario y la nube 
Todos los días voy a casa de mi hermana; primero, por 
tille vale mucho una hermana buena; después, porque tiene 
un niño despierto y que ríe. 
Una tarde salí de paseo llevando a mi sobrino. Cuando 
ya habíamos andado un buen trecho, el chico &e detuvo, mien 
tras que señalando un campanario y una nube cernida sobre 
él, me decía: «Mira, tío Jorge, esa nube blanca. ¿Se habrá 
colgado en la cruz? ¡No cae! ¡Qué peí:®! Si bajara, jugaría 
con ella...» 
La idea del niño y el pronombre empleado, me sugestio 
naron, y así, no de muy buen talante, le contesté: «Mañana 
podrá precipitarse la leve nube veleidosamente; pero siempre 
erguido estará el campanario, para agujerear el cielo en las 
noches de bruma.» 
Nos volvimos. Dorante el retorno fui jugando con ese- 
pensamiento *en el cerebro, de miedo a que ahondando! tén el 
corazón, llorara con él. 
Al 'llegar, el hijo le contó a la madre: «Porque le hablé 
de una.nube, sólo de una nube, mamá, tío Jorge se enojó y 
vino muy serio todo el camino!» 
Mi hermana, que para mis humoradas tiene un cuidado 
afectuoso, se interesó sobremanera por el incidente, y cuando 
* Tomás C. Vila Gomen,soro p-s'-e una prosa íítmica, pulida y 
musical. Es un escritor personal que se ha impuesto como perio 
dista de garra y q,ue no tardará en imponerse como prosista hábil y 
como poeta sensitivo. Sus párrafos y sus estrofas .son filigranas de 
estilo, y por no haber sufrido influencias mal : gnas de literaturas 
ajenas, se ha mantenido esencialmente cr'ginal en su forma y en 
su fondo.
	        
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