PROTEO
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Ai margen de una novela de Reyíes
“El Embrujo de Sevilla”
Estos bellos e interesantes comentarios a “El
Embrujo de Sevilla”, han sido escritos para un
libro que el autor prepara sobre el ilustre crea
dor de “El Terruño”.
Creemos que Carlos Reyies, con su último libro «El Em
brujo de Sevilla», lia hallado la olase de novela que más con
venía a su temperamento. Para juzgarla, es necesario que ol
videmos al filósofo de «El Terruño», y nos dispongamos a
sufrir la embriaguez de «El Tronío», ese café de «cante y bai
le flamencos», que huele a «claveles y mosto jerezano»; y que
la sugestiva evocación del «cante hondo» nos haga desfilar
lodo un mundo de soberbio colorido local, de esa Sevilla a
que nos conduce Reyies, donde «las ventanas florecen y las
■cosas cantan».
El autor de «Beba» pinta en su novela todo aquello de
más relieve, el alma típica de ese pedazo de España, que
nosotros recibimos como la caracterización del pueblo anda
luz, que al aplaudir a la Trianera, «sufría el embrujo de las
malagueñas y los tangos, las soleares y las seguiriyas». Rey-
Ies ve que esa «bailaora» es la encarnación de la riente An
dalucía, y su danza, «trasunto fiel de la voluptuosidad mora
y del orgullo andaluz», es el embrujo con que las multitudes
se deleitan. Baile y toros, mujeres y vino, he ahí para Reyies
la síntesis de todos los quereres.
Esta obra, ante todo es literaria; no busquemos un fon
do filosófico. Si lo hacemos, corremos el riesgo de quebrar la
lucidez ideal del paisaje. El estilo es soberbio, y como nunca