Full text: 1.1897,12.Sept.=Nr. 11 (1897000111)

REVISTA SOCIAL ILUSTRADA 
DE 
LITERATURA Y BELLA*3 ARTES 
APARECE LOS DOMINGOS 
Ano I 
Montevideo, SepUen\bre 12 de 1897 
Núrr\. 11 
Director: 
Rafael J. Fosalba 
C.¿* 4 
Redactores: 
Juan IVE. Valíejo Badaró 
Juan Ai'mellino 
—— r—r 
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN 
Capital un mes $ 0.5.0 
Un semestre . » 2.50 
Campaña y Exterior un mes . . » 0.60 
Un semestre • » 3.00 
Número corriente . . • • • )) 0.20 
Administrador: 
J. A. Vernengo 
Secretario de Redacción: 
Fermín Héctor Casas 
Dirección y Administración: Convención 82 
SUMARIO 
TEXTO: 
Te a.tr a leri as, por hiãiscreto — Septiembre, 
soneto por Leopoldo Lüyonè*—I?ESp DE MUERTO, 
poesia de Ada iNegru traducción de Mario 11. 
tiubbia y Oribe— CREPI'SCUI.B, por Sara Julieta 
' A rlna—A L correr DE J, a pluma, poesia por 
Ni colon X. Fiayyio—De «■ Mi Diario por Luis 
Alomo — YHUSOS. por Edo , Bocio— líXTRaÑ A, 
poesia por Dorio Herrera— ItKa LIZ ACIÓN DE UN 
SUEÑO, \)Q[' Louro PoliinU/o—A l. i NOCHE» |>OC- 
sia por Froneisco de Afri$ Coríddmiites—Kn UkVE 
NA n.T! Acuarela al natural, por Francisco 
Coro dolo Arotto— Per no/, zh— Dulce patena, 
poesia por /.. Ambrazzi—¡Aves! poesia por Ca 
yetano 11. Mendoza—TilAN«SPARENTE, P"I’ lláfa- 
tjo — Amor Latente, poes'a por f Áyu*tin s din— 
PÁGINAS SUELTAS, pói* Venancio Coito—DEJA 
LE «uñar! poesia por Wérther— Conciertos,. 
n , por Di/ettónte—NotaS. 
^•‘ABADOS: Plaza Condita clon ó de lo M/itrix de Montevideo 
Costados del Oeste y del Sud de iuü><ír<ií‘¡ai— 
Manir/ mió Nacional de Montevideo—Edificio priil- 
c pal v jardines * Pe loto-: rafia;—‘fíospiáil Italiano 
de Montevideo — F ichada p incipal y jardines— 
(De fotogra 11 a)—Escuela Nocional /le. Arlen y Ofi 
cio* de Montevideo—Fachada principa!—' De Fo 
tografía )—Todos uraliadosde Emitió .1. Coll y 
¿'.a—Artistas Nacionales: Cúrio* M. Eche 
varría (de fotogratld; 1 —G jabado de J. Peuser. 
Al colocar las formas en la 
Traquina, rompióse el « cliché» 
del retrato de belleza cque de 
bía figurar en la primerarpági- 
Ra. En elnúmeropróxirnó pu 
blicaremos dos retratos para 
subsanar esta falta, agena á 
Ruestro buen deseo. 
DE VIERNES Á VIERNES 
-=*§*=- 
El sábado anterior se verificó en Sons la 
■p r ise de Bohepie, por !a compañía del 
eñor Ferrari. Muy poco [finemos que agre- 
a r á lo que dijimos cuando la primera 
Uerpretación de esta preciosa obra de 1 u- 
dni. 
El señor De Lucia estuvo algbmás anima- 
0 en el Des Grieux del sábado que en el del 
1 del mes pasado,sobre todo en el racconto 
fil dúo del tercer acto que interpretó con 
dicadeza y talento, pero en el resto de la 
obra estuvo algo decaído, desanimado, y sin 
embargo maestro publico aplaudió al dis 
tinguido tenor napolitano, pues su defaillan- 
C g 5 —producida por preocupaciones en su 
alma de padre cariñoso,— no disminuyó en 
nada las simpatias que por él sienteelpúbli 
co de Montevideo. 
Eocuanto á la Ferrani, ya lo hemosdicho, 
nó posee condiciones dramaticáles, no tiene 
escena, pero estas faltas están compensadas 
con la dulzura y gusto con que canta. No 
nos aventuramos como otros á consagrarla 
como creadora del dilicil papel de Moni, pero 
es sin disputa unáartista que promete mucho 
y que con estudio y perseverancia llegará á 
ser una gran c^sa. , , 
La señora Torresella, aunquees.una artis 
ta ventajosamente apreciada, no satisfizo al 
público en el rol de Mussete, en el que estu 
vo más desanimada que en la Bólleme ante 
rior. Fue aplaudida tamb en por nuestro 
público, que toca los dos estreñios; ó aplau 
de mucho ó no ap'aude nada. 
En cuanto á San Marco, hizo un M acelo 
discreto, secundado por fisci Rubim y 
Monchero que hicieron de Shaunard y Co- 
lliue respectivamente. Estos lies ai listas 
fueron también aplaudidos en los pasajes 
más culminantes de la partitura. 
Mascheroni dirijió con cuidado la orques 
ta, pero á pesar de ello, notamos algún violín 
rebelde. ... 
La reprise de Boheme considerada en con 
junto fue mejor que la anterior, pero estuvo 
muy lejos de ser como las otras que nos ha 
dado en mejores tiempos esta misma com- 
^ Perdónesenos la franqueza una vez que 
saben nuestros lectores, que lamoien sabe 
mos aplaudir con calor cuando los artistas 
lo merecen y creemos oportuno, usando de 
esta manera del derecho y libertad de pen 
sar que nos pertenece en nuestra calidad de 
espectadores imparciales. 
* 
* * 
El domingo pasado se dio en Sons, .por 
primera vez en Montevideo, la opera II 
laUuol prodigo del maestro lombardo Pon- 
ch.elli. II figliuol prodigo no es una obra 
nueva por más que hasta hoy no la halla 
mos conocido nosotros, es muy conocida 
en los teatros europeos,, donde se viene 
cantando con verdadero suceso desde ha 
ce 17 años. Esta partitura es la antepe 
núltima que dio á conocer el inmortal autor 
dl lLituani, pues las dos ultimas operas 
conocidas que escribió son Gioconda y Ma 
rión Deforme, habiendo dejado inconclusas, 
al fallecer, Olga, Sor Teresa é II mare di Ve- 
nezia. 
El argumento de esa partitura es tomado 
de una narración bíblica, ligeramente varia 
da, dramatizando más el asunto, con el fin 
de dar mayor interés á un episodio, que, 
aunque su lectura conmueve, resulta dema 
siado sencillo para traducirlo af pentagrama. 
Azael, hijo de Rubén, jefe de una tribu israe 
lita, y prometido esposo de je/ie/e, pupila de 
su padre, cansado de la vida patriarcal de 
su pátria, va á Nínive y allí se entrega des 
enfrenadamente á los placeres, olvidando el 
casto amor de su prometida. Azael, arrepen 
tido de lo que h'zo, al saber la prisión de 
Jeftelé, se declara también culpable y es 
condenado, pero logran salvarse juntos, y 
por último, el hijo pródigo vuelve regenera 
do al hogar paterno donde es recibido con 
grandísinfo cariño. 
La partitura que Ponchielli compuso para 
es e libreto es de carácter anticuado,y, — co 
mo por fuerza debía serlo, —de corte esen 
cialmente religioso Sinembargo de transpa 
rentarse en ella diferencia de concepto, trae 
reminiscencias de Gioconda, no en sus ideas 
melódicas, precisamente, —pues en esto 
difieren entre si, — sinó en la construcción 
de las diversas escenas que se desarrollan. 
II figliuol prodigo es una ópera de verda 
dero aparato; hay en ella mucha música, 
mucho espectáculo, mucho fausto, mucho 
esplendor. Nos hace acordar de Hebrea y de 
Africana, con su profusión de romanzas, sus 
duetlos y tercetos abundosos, su banda en 
escena, sus bailables, sus concertantes y sus 
decoraciones y trajes lujosos. 
Nuestro público, que se ha familiarizado 
con las formas melódicas de Ponchielli, 
ofreció alguna resistencia para aceptar II 
figliuol prodigo, pues encontró en esta obra 
el carácter ampuloso de la música de aquel 
maestro mucho más resaltante en esta par 
titura que en la de Gioconda, y además, 
quizá por ser más inspirada esta obra que 
aquella, ó simplemente por efecto de la cos 
tumbre adquirida, no satisfizo las esperan 
zas, que había hecho concebir al público, de 
oir una ópera que suponían á la altura de 
Gioconda. 
En los dos últimos actos notamos que la 
inspiración de Ponchielli manifestada en los 
dos primeros, ha decaido. No obstante, en 
el tercero son notables las dos árias de 
Amenojis y de Jefteli, la primera cantada 
discretamente por el señor Scotli, y la se 
gunda, la señora Bonaplata Bau, aunque
	        
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