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LA VIDA MONTEVIDEANA
—Santiago; eres cristiano y yo también
lo soy: mi venida no tiene otro significa
do que la práctica de la ley de Cristo, el
perdón de las ofensas. No he podido ofen
derte á sabiendas, puesto que ignoraba
que existiera un Santiago Barco. Te per
dono el daño que me has hecho y querido
hacer. Desecha de tu corazón la ira. Y
como señal de regeneración, acepta el in
dulto que Su Majestad la Reina está dis
puesta á concederte.
Desde la aparición del coronel, Santia
go había palidecido; se levantó y tomó
correctamente la actitud del inferior
respecto de su jefe.
—No quiei'o el perdón, repitió en tono
frió y firme.
—Oye bien: la cosa es sencilla; están
hechas todas las gestiones; solo tie
nes que poner tu nombre aqui con la
firma é inmediatamente renaces á la
vida.
—¡No quiero la vida!
—¡Desgraciado! piénsalo bien; tienes
diez y siete años; ere inteligente, valiente;
esperaba la dicha de la vida, y sin tu
firma al rayar el dia de mañana habrás
muerto.
—La vida no me promete dicha al
guna.
—¡Exageras! ¡Crees quizás que tu cul
pa pesará sobre tu existencia y te mar
cará con la infamia! No: tu falta es el error
de un momento, un arranque que noso
tros los españoles comprendemos y escusa
mos; no entra en nuestras costumbres
considerar como acción deshonrosa la ven
ganza abierta y franca de una rivalidad
por medio del asesinato. El interes de la
disciplina militar hacia necesaria tu con
dena; descartado este punto de vista, to
dos conspiran à tu favor. Podrás v¡-
vircon la cabeza alta, te doy mi pala
bra.
Santiago sonrió desdeñosamente.
—No quiero viuir, replicó con lenti
tud.
PONTSEYREZ.
( C.nn i i nn n ve). ),
►I« xrite colorcheckerEEEB
Vive en su alma; la flor del sentimiento
que es de virtudes celestial emblüma
y a acaricia la nieve de su frente
el beso de las dichas sempiternas.
Asi es la virgen púdica que adoro
con el fervor de mi pasión inmesa
y la que inspira mis sentidos cantos
en la noche fatal de mi existencia.
Amancio D. SOLLIER.
Montevideo,’Abril 9 de 1898.
^QdLOM
Tu cerebro magnífico y potente
concibió de otro mundo la existencia,
y escuchando la voz de tu conciencia
y el noble empuje de tu clara mente
En pos del ignorado Continente
se lanzó tu soberbia inteligencia,
que al fin encnentra la dorada creencia,
colocando un laurel sobre tu frente.
Y fuiste grande; más la vil materia
envidiando tu gloria sin segundo,
hizo que luego la fastuosa Iberia
Te diera penas y dolor profundo;
“dejándote morir en la miseria
“el Rey ingrato á quién legaste un mundo! 11
David V. GONZALEZ.
Durazno, Abril 8 de 1S98.
pesies encuentra d la c Verónica
¿Quién es esta mujer que sale al en -
cuentro de Jesús en el camino del Calva -
faz adorable en aquel lienzo que sirve de
instrumento á una piedad tal noble y
nerosa.
¡Oh, Dios miol Todavía Jesús sube pe
nosamente la empinada senda del Calva*
rio, herido por unos, blasfemado por
otros, desconocido y atropellado en su
doctrina, en su moral en sus ministros. .
en la obra toda de su infinita misericor -
dia, que es la Iglesia Católica.
Le sigo, pero no de cerca, compadéz -
come de sus dolores, poro no me atrevo á
aproximarme á El para aliviárselos; beso,
á las veces con efusión, el reguero de
sangre que deja en su camino, pero me-
falta arrojo para salir resueltamente á su
encuentro ó imitar la conducta de la san -
ta mujer por todos y por mí mismo cele -
brada.
La fiereza de los sectarios, las exi -
geacias de la sociedad, el temor al ridi -
culo, las propias conveniencias, el interés,
la indeferencia, el egoísmo... todo me de
tiene.
¿Puedo esperar, como recompensa, que
Jesús deje grabadas en mi alma sus fac
ciones divinas, y con ellas la hermosura
de sus virtudes y los esplendores de su
gloria?...
Elokencio JARDIEL,
TQDO POR. LA. PATRIA
tx
Con este titulo acaba de editar lujosa
mente la casa Esteve, una marcha mili-
>ara piano, original de la distinguida
tita Emelina Viera, la cual la dedica
[xemo. Presidente Provisional de la
ública.
en otra ocasión,—con motivo de la
era pieza musical que la señorita de
•a hizo conocer al público,—tributa-
á la novel compositora nuestro mas
ro aplauso á la vez que la alentába
la! cultivo del divino arte.
la marcha militar,—que nos ha
idado infinitamente — notamos gran
reso musical en la joven compositora
lo que no dudamos verla dentro de
ocupando uno de los primeros pues,
mírelos amantes déla música nacional
distinguidos.
'odo por la Patria» agradará induda -
lente á nuestra sociedad como nos ha
.dado á nosotros por lo que nos permi -
recomendarla al publico. *
elicitamos á la señorita Viera por su
vo triunfo alcanzado.
Iiiiiliiiiliiiiliiiiliiiiliiiiliiniiiiiliiiiliiiil mm