PÁGINA. BLANCA
233
"5S--S-1K- ->4f<— -HH- —»%<- -»%♦—»g4- -Hl<- □ -»IH- —>4!-<—>4i*- -»1&<—>4t-<—^
Y
D
SsctediíÜ r#CÉ€üS€
SEÑORITA PEPITA RIVERO GRANA
-*ít<—■ ^|-c- -í-IH—->IP-—5»lf<-—í-füH—>41•<—>4&<—□ -Á-H—HIK—*-il<—$-11*—>41“*—*-SH- —Ár<—
->4I«
(Continuación)
(Para PRGINR BLRNCR).
'fí aCe a ^ unos años, con motivo de una causa
sensacional que preocupó al mundo entero,
1° Max-Nordau que acumulando tantas pruebas
‘ 1 cll 'entemente verdaderas acabarían por enloque-
1 M acusado, convenciéndolo de que era real-
e nte culpable, y arrancándole alguna falsa con-
esi(5tl que lo perdiese... A propósito de tal
Aseveración, refería lo sucedido a un corredor
ue cada vez que emprendía una de sus
excursiones, preguntaba a su esposa:
-.a fiel?» Un día al retornar observa con
^°>'Presa que ésta, anegada en lágrimas, se arro-
1 a Y le pide perdón. Qué has hecho?... la in-
eri 'oga.—- «Te he sido infiel», le contesta. Y luego
v ajante (
°í )li gadas
"Me
SPiv'
reviste el suceso de un lujo tal de detalles, capaz
de convencer de exactitud a cualquiera. El ma
rido en el primer momento cree, en seguida duda
y consulta a un médico, confirmándose lo que se
suponía. La pobre mujer, cerebro débil, se había
convencido a sí misma, después de oir tantas ve
ces idéntica pregunta, que había engañado a su
marido. Estaba atacada de locura sentimental.
Otro caso doloroso recuerdo, en el que fué ajus
ticiado un individuo que se declaraba culpable
de homicidio. Años después un moribundo confesó
que había sido él quien cometió el crimen, esta
bleciéndose la verdad aunque demasiado tarde.
Cuántas veces sucederán hechos análogos de