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- Apenas podían Ed de Ñsu sorpresa los vecinos de la E
- floreciente colonia de Arica. *
Allí, donde por efecto de las circunstancias que habían 1 |
R contribuido para su tormación se.conocían todos, nadie se
podía explicar cómo no habían podido conocer al flaman-
te portugués D. Fernando Oliveira. !
Es verdad también, que tan perfectamente había sabi: +:
do guardar las apariencias, que no era posible sospechar. ,
o que bajo aquel aspecto se ocultaba.
- Un día, años antes de que Cesar apareciese por aque- E
- ¡los mares, el bergantín La Ninfa, con sus sesenta hom-
bres de tripulación y llevando á bordo á su propietario,
- don Fernando Oliveira, entró á hacer. aguada en ae
7 pequeño ancón completamente solitario. A
- —Desembarcó el portugués, se prendó del sitio, echó da
] tierra cincuenta de sus iia eiii berreno: para le: Sl