Ó LOS TITANES DEL MAR 17
—No sé lo que queréis decirme, señor Mead No tengo
noticia de nada.
—Es extraño. Porque yo, Eno más lejos he sabido
que algo inesperado debía tener lugar ho y en el Callao.
—Como no se refiera el señor virrey á la visita que el
prior de los dominicos de Arequipa, está haciendo á todos
los convento: de la orden y que se encuentra aquí hace
dos días, no sé que nada de más importancia ocurra. ' |
—¡El prior de los. dominicos, de Arequipa!—exclamó
el virrey. —Como que hace tiempo estaba en Europa.,
—Me parece que hubo de ir á Roma, sino recuerdo mal,
—añadió el secretario.
—Es una persona tan distinguida, de tanto talento,
según dicen, —prosiguió el virrey,—que me agradaría ver-
le. Durante el tiempo que llevo aquí jamás abandonó su
Pp residencia, hasta que supe que había marchado á Europa.
FP. Pero vamos, por muy importante que sea la presencia de
|. ese dignísimo prelado, me parece que no puede ser lo ex-
traordinario que se me ha dicho. A
—Ya sabéis señor, —repuso Gaspar, —que desde el pri- i
mer momento no dí crédito al aviso. do
-—Vos, señor secretario no dais crédito á las cosas sino
cuando ya no tienen remedio. |
- En aquel instante se Prenppte en el despacho el capitán ]
del puerto.
La expresión de su rostro no dejó de llamar la aten-
ción del.gobernador que se apresuró á preguntar:
—¿Ocurre algo, D. Rosendo?
—Una cosa extraña, —repuso D. Rosendo Solano, an-
ciano marino, capitán del puerto del Callao. |
—Hablad, señor capitán, —dijo vivamente el virrey. qe
Al mismo tiempo, otro oficial del gobernador, entró en
el despacho diciéndo. E
- — —Elreverendo padre Fray Melchor delos Santos, prior 4
de los dominicos de ARS, desea despedirse dol señor
+= gObernador... ed
- —Decidle qus en estos oa dutoS se encuentra aquí LR
- señor virrey y tendrá PA disponsarme sino le recibo tan 00
pronto. ;
- —Noos detengáis por eso, señor gobernador, —dijo el
- virrey.—Que pase; con eso tendré el placer de conocer á
AO tan distinguida. —Proseguid, az) continuó del
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