A SEÑORITA MONTECRISTO P "Nordeste de la parte austral del vas- ontinente negro, entre el Limpopo y terstroml, á poca distancia de la frontera uguesa y sobre el suelo transvaaliano, léntrase un' territorio tan pintoresco fértil, á donde, hace ya 15 años, los peos, más audaces que los mismos acaso más “ávidos de riqueza—ha- 1 venido á á buscar los recursos que no o les Inistraba la madre patria. y 'entureros, forzados y desertores de pre- O, hijos de familias, ávidos de volver á ar su blasón, honrados como resueltos urar aquella tierra todavía virgen, todo mundo, obedeciendo á móviles difo- S, pero persiguiendo ¡un fin idéntico, a E iniciar una lucha áspera he llena. ligros, Unos. buicaben' en la agricultura y la sticación una, fuente. de Po muy s al principio, pero que á la larga, an compensarles ampliamente de los imientos pasados. Estos eran los eS advertidos. duermen su último sueño en la fosa de la que habían esperado sacar su fortuna! Y, sin embargo; los infortunios que azota- ron á los primeros emigrantes, no hicieron jamás retroceder á sus audaces sucesores. A pesar de las dificultades que presentaba; la colonización en estas regiones ingratas; á pesar de la proximidad peligrosa de tri- bus belicosas y siempre pn á vengar las invasiones de su suelo, á pesar de la sr desventaja que las empresas de este género ofrecían, abundaban los buscadores | de oro y los: “agricultores en el norte de . Transv aal en la época, en que comienza “este relato, es decir, hacia. fin del año 1889. Eran muy numerosos estos atrevidos zapa-= dores, y con todo, la mayor parte vivían en una soledad casi completa. eL Es que en el desierto en que ha. sinotade o las primeras piquetas . de su «kraal, el agro cultor como el aventurero no debe contar más que. con él mismo y con. los que: 48 bas seguido; basta tal punto son poco prácticos los medios de comunicación. y grandes las z distancias de mina á mina. 0 de ¿granja Ea granja. e nd E -Sáclea no obajals que ciertos. colonos, ) obedeciendo á este instinto que lleva á los hombres Ss reunirse, se establecen 3, distan- cias. relativamente. “cortas, que. eine pesa nen unos cuantos kilómetros. Al a “menudo también es el azar el autor único de: estas aproximaciones. i Tal era el caso. dol las dos residen las